LOS COMPLOTS DE MUERTE CONTRA LOS PAPAS
Papa Benedicto XVI |
Por Percy Taira
La noticia sobre la denuncia
hecha por el diario Il Fatto Quotidiano de Italia, sobre un supuesto complot
para atentar contra la vida del Papa Benedicto XVI ha dado la vuelta al mundo,
y es que, lejos de los tiempos en que este tipo de acciones eran moneda
corriente en el mundo, en que Papas, Reyes, Emperadores, vivían constantemente
amenazados ante la posibilidad de ser destronados por enemigos con ambiciones políticas
o de poder, la idea del asesinato en una de las instituciones más antiguas del
mundo, parece aún asomarse de tiempo en tiempo.
El complot contra Benedicto XVI
En su edición del viernes 10
de febrero de este año, el diario Il Fatto Quotidiano (El hecho diario), dio a
conocer la noticia sobre un posible complot que buscaba el asesinato del Papa
Benedicto XVI para noviembre de este año. Este informe periodístico está basado en una
carta anónima, escrita en alemán y fechada el 30 de diciembre del 2011.
Según el diario, la misiva fue
enviada a inicios de enero a la Secretaría de Estado del Vaticano, dirigida por
el cardenal Tarcisio Bertone y al secretario personal de Benedicto XVI y en
ella se relata la advertencia que supuestamente da el arzobispo de Palermo, el
cardenal Paolo Romeo, en un viaje a China ocurrido en noviembre del 2011, sobre
la posibilidad de que se estuviera tejiendo dentro del Vaticano un complot para
asesinar al Sumo Pontífice.
La carta dice lo siguiente:
"Viaje del cardenal Paolo Romeo,
arzobispo de Palermo, a Beijing en noviembre de 2011. Seguro de sí, como si lo
supiera con precisión, el cardenal Romeo ha anunciado que al Santo Padre le
quedan únicamente doce meses de vida. Durante el coloquio en China ha profetizado
la muerte del Papa en los próximos doce meses. Las declaraciones del cardenal
vendrían confirmadas por una persona bien informada de un serio complot
delictivo, con tal seguridad y firmeza, que sus interlocutores en China han
pensado, con espanto, que existe un programa para atentar contra el Santo
Padre".
Al parecer, según señala la
carta, que recoge las supuestas declaraciones de Romeo, este complot estaría
originado por la intención del Sumo Pontífice de apoyar como su sucesor en el
Vaticano al cardenal de Milán, Angelo Scola.
"En secreto, el Santo
Padre estaría ocupándose de su sucesión, y vería al cardenal Scola como el
candidato ideal, porque lo ve muy cercano a su personalidad. Lenta pero
inexorablemente ha estado preparando al cardenal. Por iniciativa del Santo
Padre Scola fue trasladado de Venecia a Milán, para poder preparar con calma su
Papado".
Asimismo la misiva cuenta el
supuesto “odio” que tendría Benedicto XVI contra el secretario del Estado
Vaticano, Tarcisio Bertone y que estaría buscando su reemplazo.
“La relación entre el Papa
Benedicto XVI y su Secretario de Estado Cardenal Tarcisio Bertone sería muy conflictiva.
En un ambiente de confidencialidad, el cardenal Romeo informó que el Papa Benedicto
XVI odiaría literalmente a Tarcisio Bertone y estaría encantado de sustituirlo
por otro cardenal. Romeo añadió que no habría otro candidato idóneo para ocupar
su cargo y que, por eso, el Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone
continuaba en su puesto (…) La relación entre el Secretario de Estado y el
cardenal Scola sería también tan difícil y tormentosa”, sostiene la misiva.
Romeo niega comentarios de la carta
Por su parte, el cardenal
Paolo Romeo, sindicado como el responsable de anunciar este complot contra el
Papa, emitió una nota en la que consideraba "sin fundamento" todas
las palabras que se le atribuyen.
Por su parte, el portavoz del
Vaticano, Federico Lombardi, si bien ha confirmado la existencia de esta carta,
calificó el contenido como de "declaraciones dementes".
“A mí me parece algo tan
frívolo y están tan lejos de la realidad que no merecen la pena ni ser
consideradas”, sostuvo Lombardi al diario Il Fatto Quotidiano.
Un conocido Tarcisio Bertone
Si bien en la carta se da a
conocer una supuesto enemistad (e incluso odio) entre Benedicto XVI y el
secretario de Estado, Tarcisio Bertone, esto no sería tan cierto. Para los
seguidores del blog Expediente Oculto o Secretos del Vaticano, recordarán que a
finales de enero, publicamos un post dando a conocer la existencia del cardenal
Bertone y su relación con un hecho enigmático como son las profecías de San
Malaquías y el último Papa de la Iglesia Católica.
Como recordarán (pueden leer aquí
la nota Cardenal Tarcisio Bertone¿El"Pedro El Romano" o el último Papa?) Tarcisio Bertone no es
sólo el secretario de Estado del Vaticano (cargo que lo coloca como el número
dos de la Santa Sede) sino que además es el Camarlengo de Benedicto XVI, es
decir, es la persona que Joseph Ratzinger ha elegido para que esté a su lado al
momento de su muerte, y el que anuncie a los altos funcionarios del Vaticano,
el momento de su deceso. Esto daría clara muestra de la relación de confianza
entre ambos personajes.
Juan Pablo I y Juan Pablo II
Pero lejos de ser verídica o
no la denuncia dada por Il Fatto
Quotidiano, esta noticia seguramente hará recordar a muchos de nuestros
lectores las recientes teorías de conspiración que han rodeado a los dos
últimos Papas que han ocupado la silla de Pedro: La muerte de Juan Pablo I y el
atentado contra Juan Pablo II.
¿Juan Pablo I fue asesinado?
Papa Juan Pablo I |
Albino Luciani, fue elegido
Papa el 26 de agosto de 1978 bajo el nombre de Juan Pablo I. Su elección dio
muchas esperanzas a una parte de la Iglesia Católica que esperaba una mayor
apretura al mundo y una limpieza al interior de la Santa Sede, infestada por la
corrupción, la ambición política y el poder económico. No obstante, la muerte le llegaría antes de
que pudiera hacer alguna reforma importante dentro del Estado Vaticano. Juan
Pablo I falleció el 28 de septiembre de 1978, es decir, su papado sólo duró 33
días.
La versión oficial fue que el
Sumo Pontífice falleció por un infarto agudo de miocardio, es decir, un ataque
cardíaco, pese a que, como luego revelaría su médico de cabecera, el doctor Da
Ross, este gozara de muy buena salud.
Esta muerte intempestiva del
Sumo Pontífice, la negativa del Vaticano para realizarle una autopsia para
conocer el motivo de su deceso, así como las diversas contradicciones de las
autoridades vaticanas para explicar su muerte, hicieron sospechar a muchos que
algo se estaba escondiendo, que no se estaba diciendo toda la verdad.
Surgieron versiones que
aseguraban que Albino Luciani, al momento de su muerte, ocurrida en su
habitación, sobre su cama, estaba sosteniendo unos cuantos papeles (algo que
por cierto contradice la teoría del infarto pues nadie que sufre un ataque al
corazón suele morir tan apaciblemente), en los que escribió la reorganización y
el cambio del poder dentro del Vaticano. Esta reforma sería el primer paso del
Sumo Pontífice para realizar cambios importantes como la reestructuración del
Instituto para Obras de Religión (IOR) más conocido como el Banco Vaticano, y
la lucha directa en contra de la mafia y la masonería.
Según los que niegan la muerte
“natural” del Sumo Pontífice, estos cambios significaron la preocupación de
muchos enemigos importantes, no solo fuera sino también dentro del propio
Vaticano, lo que terminó en un complot con ayuda interna para atentar contra la
vida del llamado Papa de la Sonrisa. La
causa de la muerte los que defienden esta teoría no sería un infarto, sino,
producto de un envenenamiento, probablemente de una fuerte ingesta de un
vasodilatador, por su parte el Vaticano ha dado por cerrado el caso. (Conocer
más detalles de este caso en nuestro artículo ¿Juan Pablo I fue asesinado?)
Atentado contra Juan Pablo II
Tiempo después, y como si la
sombra de la tragedia o la conspiración rondara en el Vaticano, el sucesor de
Luciani Albino, el polaco Karol Wojtila, llamado Juan Pablo II, fue víctima de
un atentado que por poco le quita la vida.
El hecho ocurrió el 13 de mayo
de 1981, sólo 3 años después de la muerte de su antecesor. Eran las 5 de la
tarde aproximadamente, cuando Juan Pablo II, a borde de su vehículo oficial se
trasladaba por la Plaza San Pedro para saludar a los fieles católicos. En ese
momento, en medio de la multitud, un joven turco de 23 años de edad dispara
contra el Papa dejándole una herida de muerte en el vientre y en la mano
izquierda. El causante del atentado es el terrorista Mehmet Alí Agca.
De inmediato el Sumo Pontífice
fue llevado a la clínica Gemelli, ubicado en Roma, en donde se le realiza una
operación quirúrgica que duró unas cuatro horas y media. La operación resultó
ser exitosa y los médicos lograron salvarle la vida al Sumo Pontífice.
Si ya el caso de la muerte de
Juan Pablo I, era difícil de descifrar sobre todo por saber quiénes eran los
autores de una supuesta conspiración en su contra, en el caso de Juan Pablo II,
esto fue aún más difícil de descubrir pues en este caso parecían estar
involucrados varios gobiernos con sus respectivos servicios de inteligencia, bandos
comunistas y capitalistas y grupos terroristas.
Reunión de Juan Pablo II con Alí Agca. |
Pero a diferencia del supuesto
atentado contra Luciani, en el caso de Wojtila, había un implicado que podía
dar una respuesta: Alí Agca, quien en ese entonces se encontraba ya en una
cárcel italiana (Agca sería indultado en el año 2000 y enviado a Turquía, en
donde fue sentenciado por delitos vinculados
al terrorismo en ese país. Salió libre en el 2010). Quizá por ello, Juan Pablo
II, decidió reunirse con él el 28 de diciembre de 1982. La reunión duró sólo 19
minutos y en ella, al parecer, Alí Agca le habría confesado al Sumo Pontífice
quiénes estuvieron detrás del atentado.
Los detalles que se dieron en
esa conversación no se dieron a conocer a la prensa, únicamente están
redactados en un informe que está clasificado como secreto pontificio, es
decir, que nadie puede leerlo salvo el Papa. Por su parte, Juan Pablo II, luego
de esta reunión, se limitó a decir que lo conversado con Alí Agca, era
considerada como una confesión, así que se debía guarda el secreto de aquella
plática. Y si bien las investigaciones continúan, todo esto también ha quedado
en el más absoluto secreto. (Leer nota ¿Qué le dijo Alí Agca a Juan Pablo II)
Pero esto no impide que
investigadores y periodistas hayan investigado sobre el tema, la teoría más aceptada
sobre los responsables intelectuales de este atentado, sería una unión entre
los gobiernos de la Unión Soviética y Bulgaria, a través de sus respectivos servicios
de inteligencia. Los motivos de este atentado serían las intenciones de Juan
Pablo II de hacer frente directamente al comunismo en el mundo.
Sin embargo, Alí Agca, en
noviembre del 2010, luego de salir en libertad y tras la publicación de sus
memorias, señaló al Vaticano como responsable intelectual del intento de
asesinato de Karol Wojtila, es más, mencionó el nombre del entonces prosecretario
de Estado del Vaticano, Agustino Casaroli, de haber sido el responsable de este
complot contra el Papa.
Pese a esto, muchos
investigadores desestiman las palabras de Alí Agca debido a que en todos los
años de encarcelamiento ha dado más de una teoría vinculado a los responsables
de este intento de asesinato.
El silencio del Vaticano
Sea cual fuere la verdadera
respuesta de los hechos publicados en este post, lo cierto es que resulta por
lo menos curioso que la sombra de la conspiración, sobre todo de aquella
relacionada con la muerte y el asesinato, ronde el Vaticano, por lo menos en
los últimos años, de manera continua. Quizá, el exagerado hermetismo de la
propia Santa Sede, sea la responsable o el origen de que estos murmullos o estas
voces nazcan y alcancen la luz pública, yo solamente me quedo con una frase que
escuché hace mucho sobre el modo de actuar de la Santa Sede: en el Vaticano lo
que no es sagrado, es secreto.
PODCAST
Comentarios
Lo que nos demuestra que al interior de la "santa sede",las cosas no marchan bien.