¿Existe el “cometa-planeta”? La profecía del astrómo Carlos Muñoz Ferrada que podría alterar la Tierra

 


En la historia de la astronomía moderna, pocos temas han despertado tanto interés como las predicciones del astrónomo chileno Carlos Muñoz Ferrada sobre la existencia de un cuerpo celeste al que llamó “cometa-planeta”. A mediados del siglo XX, este científico anunció la llegada de un astro de enormes proporciones que, según sus cálculos, tendría efectos directos sobre la Tierra y sobre la humanidad entera.

Muñoz Ferrada, conocido por combinar sus estudios astronómicos con observaciones geofísicas, afirmaba que este cuerpo celeste poseía una masa gigantesca y una órbita tan extensa que tardaría más de dieciséis mil años en completarla. Lo más sorprendente era que, según sus teorías, el astro se desplazaba entre nuestro Sol y otro cuerpo al que denominó “Sol Negro”, situado a una distancia inimaginable de 180 mil unidades astronómicas.


Astrónomo chileno, Carlos Muñoz Ferrada


Un astro con movimiento doble

Muñoz Ferrada sostenía que el “cometa-planeta” tenía características que lo diferenciaban de todo lo conocido. Su órbita era elíptica, como la de un cometa, pero su tamaño y masa eran comparables a las de un planeta gigante. Por esa razón, lo definía como un híbrido celeste, un planeta con cola que desafiaba las leyes de la mecánica celeste establecidas.

Según sus cálculos, este cuerpo viajaba a tres velocidades distintas: una cuando orbitaba el “Sol Negro” a 92 kilómetros por segundo, otra cuando pasaba cerca de nuestro Sol a 76 kilómetros por segundo y una tercera, la más veloz, cuando alcanzaba el punto medio de su trayectoria, llegando a los 300 kilómetros por segundo. Para el astrónomo, este movimiento era una prueba de que se trataba de un objeto único en el universo.

En una entrevista concedida en 1999, explicó que el “cometa-planeta” tenía una masa seis veces mayor que la de Júpiter y que, al ingresar a nuestro sistema solar, su aproximación más cercana a la Tierra sería de unos 14 millones de kilómetros. Aunque esta distancia puede parecer enorme, el científico advertía que sería suficiente para ejercer una poderosa atracción sobre el planeta, provocando presiones internas, erupciones volcánicas y fuertes terremotos.

Bosquejo realizado por Muñoz Ferrada sobre el Cometa-Planeta


Un visitante cósmico cargado de energía

Muñoz Ferrada aseguraba que este astro no cumplía las leyes celestes tradicionales y que se desplazaba cargado de energía cósmica capaz de alterar los campos magnéticos de la Tierra y el equilibrio natural del planeta. Según su teoría, el paso del “cometa-planeta” marcaría el inicio de grandes transformaciones geofísicas y humanas.

También advirtió que la humanidad debía prepararse para un cambio profundo, tanto en el clima como en la estructura misma de la Tierra. Identificó incluso una región de alta sismicidad a la que denominó “triángulo catastrófico”, comprendida entre Chile, España y Sumatra, donde los efectos serían más notables. Para él, este astro era el mismo que, trece mil años atrás, había estado relacionado con la destrucción de civilizaciones antiguas como la Atlántida.

El científico señalaba que, cuando el “cometa-planeta” cruzara la órbita terrestre, todos podrían verlo a simple vista, generando confusión entre la población y controversia entre los astrónomos, quienes podrían confundirlo con otros cuerpos como Marte. Sin embargo, insistía en que su presencia sería inconfundible y visible en los cielos de todo el mundo.


El legado del astrónomo chileno

Carlos Muñoz Ferrada fue conocido por su capacidad para anticipar eventos naturales con sorprendente precisión. A lo largo de su vida, predijo sismos, erupciones y alteraciones climáticas con márgenes de error mínimos. Su método, conocido como geodinámico, combinaba observaciones astronómicas con estudios de la Tierra, permitiéndole vincular el comportamiento del cosmos con los movimientos geofísicos del planeta.

A través de este enfoque, desarrolló una visión del universo en la que todo está conectado. En su opinión, la llegada del “cometa-planeta” no solo representaba un fenómeno astronómico, sino el inicio de un nuevo ciclo para la humanidad. Consideraba que este cuerpo celeste traería transformaciones tanto en la geografía terrestre como en la conciencia humana.

¿Es posible que este Cometa-Planeta exista? ¿Se cumplirá la predicción de Muñoz Ferrada?


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