EL BOSQUE DE LOS SUICIDIOS
EL BOSQUE DE LOS SUICIDIOS
En las faldas del monte Fuji se ubica el Aokigahara o Bosque de los suicidios, uno de los lugares más misteriosos y enigmáticos de Japón. Allí, decenas de personas buscan anualmente su suelo con el único objetivo de acabar con sus vidas. ¿Qué esconde este bosque que lo hace tan atractivo para los suicidas? ¿Por qué éste y no otro lugar?
Recorrer sus caminos da escalofríos, miles de cadáveres aparecen de pronto ante la vista del visitante ya sea regados de manera desordenada por toda la superficie o en el peor de los casos, colgando de las ramas de los árboles. Las imágenes resultan verdaderamente chocantes para quien no esté preparado a verlas, no solo por la condición de los cuerpos, que muchos han sido descompuestos en la intemperie, sino por la cantidad de ellos, según estadísticas policiales anualmente cerca de cien personas deciden acabar con su vida en este lugar.
La explicación
¿Pero por qué este bosque en particular? Sobre las razones del por qué la gente busca este punto para suicidarse hay algunos que dicen que la mayoría de las personas que han encontrado la muerte en este bosque no lo han hecho por decisión propia sino, por accidente, y es que muchos aseguran que el Aokigahara es uno de los mayores centros magnéticos de hierro del planeta, y según esto, tanto brújulas como compases e incluso, los equipos GPS dejan de funcionar, provocando que cualquier viajero pierda su ruta y se pierda. Esto ha quedado totalmente desmentido por la policía quien no sólo han comprobado la eficacia de las brújulas en la zona, sino que resulta evidente que los cuerpos hallados en el bosque pertenecen a suicidas y no ha viajeros comunes, debido a las huellas, rastros y objetos encontrados en alrededores.
Otra explicación señala que las personas eligen este lugar porque a fin de cuentas le sale mucho más barato a la familia del suicida el matarse en el bosque que suicidándose en la ciudad. En Japón, como se sabe, el suicidio no sólo conlleva a la perdida económica de la familia en cuanto a los gastos de sepelio, sino que además de esos gastos, la familia deberá afrontar muchos otros ligados a la ciudad, por ejemplo, si el suicida decide morir lanzándose a las vías del tren de su distrito, la familia, una vez muerto el sujeto, deberá pagar a la compañía de tren el costo por el peligro al que estuvo expuesto y al tiempo o cualquier otro daño material producido. Esto mismo ocurre con cualquiera que se quiera lanzar de un edificio, puente, etcétera.
Sin embargo, la respuesta del por qué este bosque, aún no ha podido resolverse.
Sea como fuere, las historias que se tejen sobre el bosque de los suicidas al parecer no llaman tanto la atención de los japoneses como podría uno imaginarse, y es que en este país, el suicidio, a diferencia de la percepción occidental, no es considerado un acto de cobardía y pecaminoso sino muchas veces, este acto está más bien ligado con el honor, la moral y la valentía.
Recorrer sus caminos da escalofríos, miles de cadáveres aparecen de pronto ante la vista del visitante ya sea regados de manera desordenada por toda la superficie o en el peor de los casos, colgando de las ramas de los árboles. Las imágenes resultan verdaderamente chocantes para quien no esté preparado a verlas, no solo por la condición de los cuerpos, que muchos han sido descompuestos en la intemperie, sino por la cantidad de ellos, según estadísticas policiales anualmente cerca de cien personas deciden acabar con su vida en este lugar.
La explicación
¿Pero por qué este bosque en particular? Sobre las razones del por qué la gente busca este punto para suicidarse hay algunos que dicen que la mayoría de las personas que han encontrado la muerte en este bosque no lo han hecho por decisión propia sino, por accidente, y es que muchos aseguran que el Aokigahara es uno de los mayores centros magnéticos de hierro del planeta, y según esto, tanto brújulas como compases e incluso, los equipos GPS dejan de funcionar, provocando que cualquier viajero pierda su ruta y se pierda. Esto ha quedado totalmente desmentido por la policía quien no sólo han comprobado la eficacia de las brújulas en la zona, sino que resulta evidente que los cuerpos hallados en el bosque pertenecen a suicidas y no ha viajeros comunes, debido a las huellas, rastros y objetos encontrados en alrededores.
Otra explicación señala que las personas eligen este lugar porque a fin de cuentas le sale mucho más barato a la familia del suicida el matarse en el bosque que suicidándose en la ciudad. En Japón, como se sabe, el suicidio no sólo conlleva a la perdida económica de la familia en cuanto a los gastos de sepelio, sino que además de esos gastos, la familia deberá afrontar muchos otros ligados a la ciudad, por ejemplo, si el suicida decide morir lanzándose a las vías del tren de su distrito, la familia, una vez muerto el sujeto, deberá pagar a la compañía de tren el costo por el peligro al que estuvo expuesto y al tiempo o cualquier otro daño material producido. Esto mismo ocurre con cualquiera que se quiera lanzar de un edificio, puente, etcétera.
Sin embargo, la respuesta del por qué este bosque, aún no ha podido resolverse.
Sea como fuere, las historias que se tejen sobre el bosque de los suicidas al parecer no llaman tanto la atención de los japoneses como podría uno imaginarse, y es que en este país, el suicidio, a diferencia de la percepción occidental, no es considerado un acto de cobardía y pecaminoso sino muchas veces, este acto está más bien ligado con el honor, la moral y la valentía.
Comentarios
Más vergüenza siento ahora, al querer dejar esta misma carta en todas las páginas Webs donde ustedes dan publicidad al bosque de los enfermos tan maltratados por todos ustedes y vergonzosamente me he visto en la imposibilidad de entrar porque me piden dinero o registrarme pagando el mismo registro. “Me avergonzáis todos vosotros” con vuestra publicidad y vuestra ganancia con LA ENFERMEDAD, peor que tener el Instinto de Muerte a flor de piel es HACER NEGOCIO DE LA MUERTE DE ENFERMOS, A ESO YO LO LLAMO MALDAD. ES REPUGNANTE. Maruxa Oñate Español.
Precisamente estos reportajes pueden ayudar a que muchos depresivos vean que la muerte no es el camino y menos autoinducida.
Yo abogo por la libertad de prensa y si no te gusta lo que lees, cómprate un libro de aventuras,pero no vengas aquí a sentenciarnos y etiquetarnos de locos perversos,que no tienes criterios para tal cosa.Saludos.