FRAUDES DEL MISTERIO: LA FOTO DEL MÉDICO DEL MONSTRUO DEL LAGO NESS
La foto que dio la vuelta al mundo.
Por Percy Taira
Una de las imágenes más
clásicas entre los temas del misterio, y específicamente, de la rama que
estudia a aquellas criaturas imposibles o desconocidas, llamada criptozoología,
es sin lugar a dudas, la llamada Foto del médico, o la fotografía del Monstruo
del Lago Ness, y a pesar que está probado que no fue más que un fraude, hay
muchas personas que todavía citan esta imagen para defender la existencia de
esta criatura en el referido lago escocés.
Pero ¿cómo empezó esta
historia?
Pues bien, para contarla
debemos remontarnos a una mañana del 19 de abril de 1934, cuando un ginecólogo,
llamado Robert Wilson, se encontraba en su vehículo cuando de pronto vio algo
extraño moviéndose sobre las aguas del lago. De inmediato, Wilson detuvo su
coche, tomó su cámara fotográfica y realizó una toma a la criatura.
La fotografía de inmediato se
volvió famosa, era la primera prueba gráfica de la existencia del llamado
Monstruo del Lago Ness, historia que por esos años, habría cobrado relevancia
debido a que muchos testigos aseguraban haber visto esta criatura en la
superficie del lago.
La fotografía fue portada en
el diario británico Daily Mail, lo que le daba cierta validez a la imagen y
luego recorrió el mundo entero, tanto que años después era imposible pensar en
el monstruo del lago Ness y no pensar en esta fotografía.
Sin embargo, como hemos
adelantado, todo no fue más que un fraude. La historia comienza un año antes de
la popular fotografía. El Daily Mail, debido a las historias que ya se contaban
de la extraña criatura, decidió contratar a un cazador experto llamado
Marmaduke Wetherell, para que vaya a investigar no solo los testimonios de las
personas que habían divisado a la criatura, sino que para que encontrara algún
tipo de prueba que pudiera darle validez a la historia.
Wetherell viajó al Lago Ness y
no sólo encontró los testimonios sino que además, encontró unas enormes huellas
en las orillas del lago. De inmediato supuso que se trataría de las marcas del
monstruo y así lo hizo público, sin embargo, expertos del Museo de Historia
Natural, señalaron que aquellas huellas no eran de ninguna criatura mitológica
o desconocida, sino, que eran las marcas dejadas por un hipopótamo. Avergonzado
por el error, Wetherell se retiró de la vida pública.
Quizá sea este error o el
hecho que no pudo encontrar ninguna prueba del monstruo del Lago Ness que
Wetherell se unió a Christian Spurling (su hijastro) y el citado médico Robert
Wilson, para elaborar la trama que luego daría paso al fraude de la fotografía.
En resumen, la famosa imagen
no es el retrato del también llamado Nessie, sino, que aquella silueta que
aparenta ser la cabeza del animal no era más que una escultura de plástico, que
tenía debajo un submarino de juguete.
Así fue planeado el engaño.
Spurling confirmó en ese
momento que el motivo de Wetherell para realizar el engaño fue por la
humillación pública que recibió por haber confundido unas huellas de hipopótamo
con la de Nessie. Dice Spurling que su padre le dijo en ese entonces: “Vamos a
darles su monstruo”.
Pese a esto, como dijimos en
un inicio, muchos aún consideran esta fotografía como verdadera y como la mejor
prueba jamás obtenida de la existencia del Monstruo del Lago Ness.
Comentarios