LUGARES DEL MSITERIO: EL ÁREA 51
Cuando en julio 1947 la prensa de Roswell en Nuevo México, daba cuenta sobre la supuesta captura de un objeto volador no identificado (Ovni) por parte de la Fuerza Aérea norteamericana, no sólo originó uno de los eventos ufológicos más importantes de los tiempos modernos, sino que además, permitió el nacimiento de uno de los mitos más extraños, que rodean un especio geográfico en particular. Es el mito del Air Force Flight Test Center, Detachment 3, o simplemente conocido como Área 51.
Entre el Ovni de Roswell y el Área 51
El 8 de julio de 1947, el diario Roswell Daily Record publicaba el siguiente titular: “Fuerza Aérea captura un Platillo Volador en un rancho en la región de Roswell”, esta versión, respaldada en principio por la milicia estadounidense pero luego negada, dio paso a una serie de hechos, leyendas, mitos e historias, que hasta el día de hoy, continúan generando polémica tanto en creyentes como escépticos del tema ovni.
Una de estas historias, es aquella que relaciona este evento con una de las bases militares más secretas de los Estados Unidos, es decir, con el Área 51.
Según los creyentes, una vez que el objeto volador cayó en territorio norteamericano, y luego que los militares se hicieran con él, se inició una serie de proyectos de encubrimiento y secretismo que involucraba tanto a los altos mandos del poder político y militar del gobierno de los Estados Unidos, como a lo más selecto de la elite científica de esos años.
El centro de operaciones de gran parte de estos proyectos, habría sido nada menos que la base militar del Área 51.
Los que respaldan esta historia aseguran que allí se realizaron diversos proyectos que tenían que ver con la investigación de la tecnología ovni, esto gracias a los restos del platillo capturado, a la investigación biológica extraterrestre, por los cuerpos rescatados en el accidente, y programas vinculados a la ocultación total y completa de este tipo de hechos en el mundo, es decir, la base de las teorías conspirativas en las que se trataría de ocultar por todos los medios posibles de que la población tuviera algún tipo de conocimiento sobre la existencia de vida en otros planetas.
Si bien esto pudo quedarse en la mera leyenda, lo que le dio fuerza a este tipo de teorías fue indudablemente los testimonios que salieron luego a la luz pública, de trabajadores vinculados a la milicia o científicos que daban fe de que ciertamente, estos experimentos y proyectos se realizaban dentro de esta base aérea.
Uno de los más importantes testimonios es el Bob Lazar, un físico que aseguraba que trabajó desde 1988 hasta 1989, estudiando e investigando el nivel de la tecnología extraterrestre dentro del Área 51.
La palabra de Bob Lazar
En su testimonio, Lazar proporcionó detalles sobre su actividad secreta dentro del complejo, como por ejemplo, la misión que tenía para entender el funcionamiento del sistema de propulsión de las naves extraterrestres que les permitían a esta realizar sus vuelos característicos.
Entre sus hallazgos refirió haber encontrado que el elemento atómico usado como combustible en este tipo de naves, era el 115 o Ununpentium, que está formado por un sistema de propulsión nuclear de antigravedad y que la fuente de energía era un reactor de antimateria lo que proporcionaba una intensa fuente de energía que permitiría cubrir grandes distancias de forma instantánea manipulando el tiempo y el espacio.
En cuanto a los seres extraterrestres, Lazar señaló que una vez que formó parte del equipo de científicos en el Área 51 recibió diversas charlas informativas que le describían sobre la participación histórica “conocida” de los extraterrestres con la Tierra, según decía, esta intervención se producía desde hace más de 10 mil años. Asimismo aseguró que él mismo pudo ver a alguno de los cuerpos de estos seres conservados en féretros de acero.
Si bien el testimonio de este científico fue impactante, con el tiempo comenzaron a salir a la luz diversas dudas sobre la autenticidad, no tanto del testimonio de Lazar, sino sobre algunos detalles de su vida, incluido la falsedad de sus estudios como físico del Instituto Tecnológico de California (CIT) y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), centros de estudios en los que ni siquiera figuraba su nombre.
Para los creyentes en el testimonio de Lazar, esto era un paso lógico debido a la importancia y el secretismo de las labores de este científico dentro del gobierno.
El Área 51 ¿una base fantasma?
Pero cabe la pregunta, del por qué esta base suscitó la atención de los ufólogos, ¿por qué guarda ese misterio o ese velo de enigmas pese al tiempo (y a las pocas pruebas) que podrían respaldar estas historias conspirativas?
El primer punto visible es sin lugar a dudas el grado de secreto que tiene esta base militar en los Estados Unidos, sin embargo, no es la única base militar que tiene esta categoría, lo que haría en todo caso al Área 51 lo que es, es su alto nivel de secreto, tanto que incluso, el gobierno de los Estados Unidos no lo acepta como una base militar oficial, es decir, no reconoce su existencia.
Tal es así que el Área 51 no aparece en los mapas públicos del gobierno, ni en el mapa topográfico de la United States Geological Survey (USGS), las carta de aviación civil, ni siquiera en el Atlas Nacional en las páginas vinculadas a los terrenos federales de Nevada.
Lo curioso del asunto es que pese a esta “no existencia” de la base, el Área 51 es una de las propiedades militares más custodiadas del planeta, tanto que en sus más de 155 km², el área está protegida por estaciones de radar, sensores de movimiento bajo tierra y está constantemente patrullada por helicópteros y guardias armados. Tal es la importancia y el secretismo de esta base que incluso los propios militares, como por ejemplo los pilotos de la National Air Force o NAFR de ese país no son bienvenidos en esa zona y son constantemente requisados y registrados por los agentes de ese complejo.
Por suerte, la tecnología nos trae a la vista este tipo de complejos fantasmas y ahora gracias a programas como Google Earth, podemos decir a ciencia cierta que esta base militar existe.
Entre el Ovni de Roswell y el Área 51
El 8 de julio de 1947, el diario Roswell Daily Record publicaba el siguiente titular: “Fuerza Aérea captura un Platillo Volador en un rancho en la región de Roswell”, esta versión, respaldada en principio por la milicia estadounidense pero luego negada, dio paso a una serie de hechos, leyendas, mitos e historias, que hasta el día de hoy, continúan generando polémica tanto en creyentes como escépticos del tema ovni.
Una de estas historias, es aquella que relaciona este evento con una de las bases militares más secretas de los Estados Unidos, es decir, con el Área 51.
Según los creyentes, una vez que el objeto volador cayó en territorio norteamericano, y luego que los militares se hicieran con él, se inició una serie de proyectos de encubrimiento y secretismo que involucraba tanto a los altos mandos del poder político y militar del gobierno de los Estados Unidos, como a lo más selecto de la elite científica de esos años.
El centro de operaciones de gran parte de estos proyectos, habría sido nada menos que la base militar del Área 51.
Los que respaldan esta historia aseguran que allí se realizaron diversos proyectos que tenían que ver con la investigación de la tecnología ovni, esto gracias a los restos del platillo capturado, a la investigación biológica extraterrestre, por los cuerpos rescatados en el accidente, y programas vinculados a la ocultación total y completa de este tipo de hechos en el mundo, es decir, la base de las teorías conspirativas en las que se trataría de ocultar por todos los medios posibles de que la población tuviera algún tipo de conocimiento sobre la existencia de vida en otros planetas.
Si bien esto pudo quedarse en la mera leyenda, lo que le dio fuerza a este tipo de teorías fue indudablemente los testimonios que salieron luego a la luz pública, de trabajadores vinculados a la milicia o científicos que daban fe de que ciertamente, estos experimentos y proyectos se realizaban dentro de esta base aérea.
Uno de los más importantes testimonios es el Bob Lazar, un físico que aseguraba que trabajó desde 1988 hasta 1989, estudiando e investigando el nivel de la tecnología extraterrestre dentro del Área 51.
La palabra de Bob Lazar
En su testimonio, Lazar proporcionó detalles sobre su actividad secreta dentro del complejo, como por ejemplo, la misión que tenía para entender el funcionamiento del sistema de propulsión de las naves extraterrestres que les permitían a esta realizar sus vuelos característicos.
Entre sus hallazgos refirió haber encontrado que el elemento atómico usado como combustible en este tipo de naves, era el 115 o Ununpentium, que está formado por un sistema de propulsión nuclear de antigravedad y que la fuente de energía era un reactor de antimateria lo que proporcionaba una intensa fuente de energía que permitiría cubrir grandes distancias de forma instantánea manipulando el tiempo y el espacio.
En cuanto a los seres extraterrestres, Lazar señaló que una vez que formó parte del equipo de científicos en el Área 51 recibió diversas charlas informativas que le describían sobre la participación histórica “conocida” de los extraterrestres con la Tierra, según decía, esta intervención se producía desde hace más de 10 mil años. Asimismo aseguró que él mismo pudo ver a alguno de los cuerpos de estos seres conservados en féretros de acero.
Si bien el testimonio de este científico fue impactante, con el tiempo comenzaron a salir a la luz diversas dudas sobre la autenticidad, no tanto del testimonio de Lazar, sino sobre algunos detalles de su vida, incluido la falsedad de sus estudios como físico del Instituto Tecnológico de California (CIT) y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), centros de estudios en los que ni siquiera figuraba su nombre.
Para los creyentes en el testimonio de Lazar, esto era un paso lógico debido a la importancia y el secretismo de las labores de este científico dentro del gobierno.
El Área 51 ¿una base fantasma?
Pero cabe la pregunta, del por qué esta base suscitó la atención de los ufólogos, ¿por qué guarda ese misterio o ese velo de enigmas pese al tiempo (y a las pocas pruebas) que podrían respaldar estas historias conspirativas?
El primer punto visible es sin lugar a dudas el grado de secreto que tiene esta base militar en los Estados Unidos, sin embargo, no es la única base militar que tiene esta categoría, lo que haría en todo caso al Área 51 lo que es, es su alto nivel de secreto, tanto que incluso, el gobierno de los Estados Unidos no lo acepta como una base militar oficial, es decir, no reconoce su existencia.
Tal es así que el Área 51 no aparece en los mapas públicos del gobierno, ni en el mapa topográfico de la United States Geological Survey (USGS), las carta de aviación civil, ni siquiera en el Atlas Nacional en las páginas vinculadas a los terrenos federales de Nevada.
Lo curioso del asunto es que pese a esta “no existencia” de la base, el Área 51 es una de las propiedades militares más custodiadas del planeta, tanto que en sus más de 155 km², el área está protegida por estaciones de radar, sensores de movimiento bajo tierra y está constantemente patrullada por helicópteros y guardias armados. Tal es la importancia y el secretismo de esta base que incluso los propios militares, como por ejemplo los pilotos de la National Air Force o NAFR de ese país no son bienvenidos en esa zona y son constantemente requisados y registrados por los agentes de ese complejo.
Por suerte, la tecnología nos trae a la vista este tipo de complejos fantasmas y ahora gracias a programas como Google Earth, podemos decir a ciencia cierta que esta base militar existe.
Centro secreto de investigación militar
Otra de las características que hacen particularmente atractiva esta base para los ufólogos, es su gran pista de aterrizaje de unos 8 o 10 kilómetros, considerada como la más larga del mundo. Tal extensión le permite a esta base recibir naves con trenes de aterrizaje del diámetro equivalente al neumático de un tractor agrícola o, según los ufólogos, lo suficientemente grandes para permitir que naves como aquellas de la ficción de Star Trek, Star Wars y Stargate, aterricen en esta zona.
Evidentemente esto se puede explicar en que el Área 51 sí es una base en que se realizan experimentos secretos pero no con naves extraterrestres sino con aviones terrestres altamente avanzados y de gran nivel tecnológico, por lo que son necesarias este tipo de pistas de aterrizaje preparadas para todo tipo de proyectos, prototipos e ideas. Es decir, antes de que los aviones salgan a las bases militares de los Estados Unidos, estas son guardadas, desarrolladas y probadas, en esta base militar.
Pese a esto, el mito del Área 51 parece que no tendrá cuándo acabar y es seguro que continuará motivando la realización de reportajes, documentales, películas y libros, acrecentando aún más la leyenda de este terreno. Quizá por ello, este es uno de los lugares modernos más misterioso o más lleno de enigmas que tenemos sobre nuestro planeta.
Reportaje sobre el Área 51 de Cuarto Milenio
Otra de las características que hacen particularmente atractiva esta base para los ufólogos, es su gran pista de aterrizaje de unos 8 o 10 kilómetros, considerada como la más larga del mundo. Tal extensión le permite a esta base recibir naves con trenes de aterrizaje del diámetro equivalente al neumático de un tractor agrícola o, según los ufólogos, lo suficientemente grandes para permitir que naves como aquellas de la ficción de Star Trek, Star Wars y Stargate, aterricen en esta zona.
Evidentemente esto se puede explicar en que el Área 51 sí es una base en que se realizan experimentos secretos pero no con naves extraterrestres sino con aviones terrestres altamente avanzados y de gran nivel tecnológico, por lo que son necesarias este tipo de pistas de aterrizaje preparadas para todo tipo de proyectos, prototipos e ideas. Es decir, antes de que los aviones salgan a las bases militares de los Estados Unidos, estas son guardadas, desarrolladas y probadas, en esta base militar.
Pese a esto, el mito del Área 51 parece que no tendrá cuándo acabar y es seguro que continuará motivando la realización de reportajes, documentales, películas y libros, acrecentando aún más la leyenda de este terreno. Quizá por ello, este es uno de los lugares modernos más misterioso o más lleno de enigmas que tenemos sobre nuestro planeta.
Reportaje sobre el Área 51 de Cuarto Milenio
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