LAKSHMI, LA NIÑA DIOSA
LAKSHMI, LA NIÑA DIOSA
El hecho se dio a conocer en octubre del 2007. Las noticias señalaban que en Awatruck, una pequeña región de la India, una niña de apenas dos años era adorada por sus vecinos como si fuera una verdadera diosa en la Tierra.
Y es que más de uno aseguraba que la niña en cuestión era la propia reencarnación de una diosa hindú llamada Lakshmi, relacionada con la abundancia y la fortuna, tanto que sus padres no dudaron en llamarle con ese nombre, sin temer ningún acto de sacrilegio en tal intención.
Y es que todo no pasaría de la anécdota rural si no fuera por los elementos que rodearon este caso y que le dieron a la niña un aire elementalmente más místico. Primero, coincidentemente, la menor había nacido el mismo día en que los pobladores de esa región rendían tributo a la citada diosa, y segundo, y no por ello menos importante, era que la niña no sólo había nacido el mismo día sino que además, mostraba en su cuerpo, como una prueba irrefutable, las particularidades con la que la diosa era retratada en la Tierra: La pequeña había nacido con ocho extremidades, cuatro brazos y cuatro piernas, tal y como la diosa hindú.
Evidentemente esto debía ser en todo caso un extrañísimo pero evidente problema médico que debía ser tratado inmediatamente, sin embargo, tanto los pobladores de Awatruck como los padres de Lakshmi se negaron muchas veces a que la niña sea sometida a algún tipo de tratamiento aduciendo que ella era un milagro viviente, un regalo de Dios, y la reencarnación misma de la diosa Lakshmi, no obstante, ante la preocupación del Estado y la comunidad internacional, los padres tuvieron que aceptar el riesgo de perder a su hija si es que ésta no era tratada a tiempo por los especialistas.
El diagnóstico
Es por eso que a pocos días de darse la noticia, la niña fue llevada al hospital Sparsh de Bangalore, al sur de la Inida, en donde los galenos diagnosticaron que Lakshmi tenía una especie de gemelo parásito, es decir un cuerpo de más que se unía al de ella en la espina dorsal y que compartían la circulación y gran parte de las funciones de sus órganos internos.
Las operaciones, que tendrían una costo aproximado de 200 mil dólares y que serían solventados por el propio hospital, se llevó a cabo con la participación de cerca de 30 médicos entre los que se encontraban especialistas de diversas ramas de la medicina como ortopedistas, pediatras, neurólogos, cirujanos plásticos, cardiólogos y personal de cuidados intensivos que se turnaron para poder llevar a cabo la intervención que según las estadísticas, se registra uno de cada 200 mil nacimientos.
El principal temor de los cirujanos era sin lugar a dudas que en medio de la separación de los cuerpos en la espina dorsal el sistema nervioso de la niña podría colapsar causándole una parálisis irremediable, por suerte, o gracias a Lakshmi, esto no sucedió.
Actualmente la niña se recupera favorablemente en su humilde vivienda de Awatruck, recibiendo de vez en cuando, la visita de uno que otro fiel.
Y es que más de uno aseguraba que la niña en cuestión era la propia reencarnación de una diosa hindú llamada Lakshmi, relacionada con la abundancia y la fortuna, tanto que sus padres no dudaron en llamarle con ese nombre, sin temer ningún acto de sacrilegio en tal intención.
Y es que todo no pasaría de la anécdota rural si no fuera por los elementos que rodearon este caso y que le dieron a la niña un aire elementalmente más místico. Primero, coincidentemente, la menor había nacido el mismo día en que los pobladores de esa región rendían tributo a la citada diosa, y segundo, y no por ello menos importante, era que la niña no sólo había nacido el mismo día sino que además, mostraba en su cuerpo, como una prueba irrefutable, las particularidades con la que la diosa era retratada en la Tierra: La pequeña había nacido con ocho extremidades, cuatro brazos y cuatro piernas, tal y como la diosa hindú.
Evidentemente esto debía ser en todo caso un extrañísimo pero evidente problema médico que debía ser tratado inmediatamente, sin embargo, tanto los pobladores de Awatruck como los padres de Lakshmi se negaron muchas veces a que la niña sea sometida a algún tipo de tratamiento aduciendo que ella era un milagro viviente, un regalo de Dios, y la reencarnación misma de la diosa Lakshmi, no obstante, ante la preocupación del Estado y la comunidad internacional, los padres tuvieron que aceptar el riesgo de perder a su hija si es que ésta no era tratada a tiempo por los especialistas.
El diagnóstico
Es por eso que a pocos días de darse la noticia, la niña fue llevada al hospital Sparsh de Bangalore, al sur de la Inida, en donde los galenos diagnosticaron que Lakshmi tenía una especie de gemelo parásito, es decir un cuerpo de más que se unía al de ella en la espina dorsal y que compartían la circulación y gran parte de las funciones de sus órganos internos.
Las operaciones, que tendrían una costo aproximado de 200 mil dólares y que serían solventados por el propio hospital, se llevó a cabo con la participación de cerca de 30 médicos entre los que se encontraban especialistas de diversas ramas de la medicina como ortopedistas, pediatras, neurólogos, cirujanos plásticos, cardiólogos y personal de cuidados intensivos que se turnaron para poder llevar a cabo la intervención que según las estadísticas, se registra uno de cada 200 mil nacimientos.
El principal temor de los cirujanos era sin lugar a dudas que en medio de la separación de los cuerpos en la espina dorsal el sistema nervioso de la niña podría colapsar causándole una parálisis irremediable, por suerte, o gracias a Lakshmi, esto no sucedió.
Actualmente la niña se recupera favorablemente en su humilde vivienda de Awatruck, recibiendo de vez en cuando, la visita de uno que otro fiel.
Comentarios
Saludos
La chica de la Luna
saludos
(en mi opinión la niña es la propia reencarnación de la diosa),
yo apenas ayer vi el documental en discovery channel y esta muy interesante el caso de la niña, es sorprendente.
Espero y sigan publicando cosas muy interesantes