LAS DESVENTURAS DEL JOVEN WERTHER: EL LIBRO DE LOS AMANTES SUICIDAS
Por Percy Taira
En 1774, con sólo 25 años de
edad, el escritor alemán Wolfgang Goethe, publicaría su obra Las desventuras
del joven Werther, obra que se convertiría con el tiempo en uno de los libros
más importantes del Romanticismo europeo y que significaría para el
autor la fama y el reconocimiento y la desdicha y el arrepentimiento
al ser su obra considerada como poco menos que maldita.
En los tiempos modernos, cada
vez que la sociedad se enfrenta a un caso de violencia extrema e inexplicable
que conlleva a la muerte ya sea provocada por mano ajena o propia, por lo
general, el “chivo expiatorio” favorito de las autoridades, medios de
comunicación, iglesias y una parte del público, son los medios de
entretenimiento de moda. Si ahora son los videojuegos de realidad aumentada, y
antes fue la música rock y antes de eso las películas y los programas de
televisión violentos, pues en el siglo XVIII, el medio preferido de
entretenimiento de los jóvenes y adultos, eran los libros.
Pero vayamos por partes. ¿Cómo
un libro puede provocar la muerte de personas? ¿De qué trata la historia del
joven Werther?
Basado en hechos reales…
Las desventuras o penas del joven
Werther es una novela epistolar, en la que un joven llamado Werther le escribe
cartas a su amigo Guillermo contándole las alegrías pero también las profundas
tristezas que le provoca el amor hacia una bella e inteligente joven llamada
Charlotte, o Lotte, como le dice de cariño. El problema es que Lotte, está
comprometida con Albert, con el que llega a casarse.
A pesar de ello, Werther
decide llevar en secreto su amor y mantener su amistad con la joven, es más,
sentía un gran aprecio por Albert, al quien considera un buen hombre. Sin
embargo, esto comienza a perturbarlo por dentro. Sus sentimientos cada vez son
más difíciles de ocultar al punto que Lotte decide romper todo tipo de relación
con él. Ante tal situación, Werther decide quitarse la vida con un disparo en
la cabeza. El suicidio de Werther es una forma de liberación ante la
imposibilidad de tener el amor deseado.
El libro fue inmediatamente un
éxito en ventas para la época. En pocos meses, se publicaron hasta tres
ediciones en Alemania y la obra fue traducida al francés, inglés,
neerlandés, sueco, serbio, ruso y español en los siguientes seis años. Uno de
los lectores de esta obra fue el entonces
general Napoleón Bonaparte, que llevó el libro consigo en sus campañas
militares en Egipto.
Lo que muy pocos sabían es que
la obra estaba basada sobre dos hechos reales. El primero de ellos es que sí
existió una Charlotte. Goethe estaba profundamente enamorado de una mujer
llamada Charlotte Buff, pero tal como en la historia, ella estaba comprometida
con otro hombre y a pesar de las insistencias de Goethe, ella lo rechazó. El
segundo hecho es que el poeta tenía a un amigo llamado Carl Wilhelm Jerusalem
quien se suicidó debido al amor que sentía por una mujer casada. Tal como el
protagonista de la novela, lo hizo con un tiro de pistola. Es más, el personaje
Werther vestiría al momento de su suicidio la misma ropa que Jerusalem:
chaqueta azul, chaleco amarillo y botas altas. Ambos hechos ocurrieron a solo
año y medio antes de publicar la obra.
Tiempo después, Goethe se
arrepentiría de haber sacado a la luz, de manera tan clara además, la vida de
ambas personas.
Ola de suicidios
Pero lo peor estaba por venir,
y es que debido a la novela, muchos jóvenes enamorados, tanto hombres como
mujeres, de la época y de varios países europeos, siguiendo el ejemplo del
amante Werther, decidieron tomar la misma acción que el romántico personaje
decidiendo quitarse la vida. Muchos lo hicieron siguiendo cada uno de los pasos
del protagonista otros optaron por el envenenamiento sin embargo, el rasgo
común que compartían estos casos es que todos los hacían ante el rechazo de un
amor debido al compromiso o casamiento de éste, y todos, sin excepción, habían
expresado de manera abierta el impacto que tuvo el libro sobre su situación y
vida y mucho de ellos incluso, tuvieron el libro al lado al momento de tomar la
decisión fatal.
El primer caso registrado lo
describe el escritor Friedrich Nicolai en una carta fechada el 17 de enero de
1775: "Una persona muy juiciosa, pero algo histérica, se ha envenenado
tras haber leído Las penas de Werther y aún antes de morir confesó sin
arrepentirse que ese libro le había determinado a ello”. Otro caso: “El domingo pasado un joven llamado
Karstens se pegó́ un tiro. Debía de ser de origen sueco, lo encontraron muerto
en su habitación. Junto con algunos otros libros del estilo tenía abierta a su
lado la historia de Werther; cargó la pistola con cuatro balas para no fallar,
dejó algunas cartas en las que explicaba el gran parecido que tenía su
historia con la del joven Werther, pues debía de estar enamorado de una mujer
que estaba casada, y para ser exactamente igual que él ha querido imitarlo
también en la muerte". Otro más, la joven Christel von Lassberg se "
ha ahogado con Las penas de Werther en el bolsillo, porque su amado, un
livonio, la había dejado plantada". Es más, uno de estos suicidios ocurrió
en una casa vecina la vivienda de Goehte, el propio poeta escribió de ello en
su diario y anotó las similitudes que había entre esta muerte y la de su
personaje.
Fue tanto el shock que
significó esta obra en la sociedad europea, que muchas ciudadaes censuraron y
prohibieron la venta y lectura de este libro. En 1775 por ejemplo, es decir, un
año después de que el libro fuera publicado, la ciudad alemana de Leipzig
promulgó una norma que prohibía la publicación de Werther, por considerar que
el libro era "una incitación al suicidio" que podía "impresionar
a las personas débiles y a las mujeres". En España, las autoridades de la
Iglesia católica, consideraron la novela como una "licenciosa elegía del
adulterio" y proclive al erotismo, y fue incluida enseguida en el Índice
de libros prohibidos del Santo Oficio.
Fue tal la polémica que desató
esta obra que Goethe, abrumado por estas noticias, publicó en 1787 una segunda
versión de la obra en la que introdujo pasajes donde describía la decisión de
Werther como consecuencia de una enfermedad anímica, y añadió́ una advertencia
para todos aquellos que pasaban por lo mismo que su joven protagonista:
"Sé un hombre y no sigas mi ejemplo".
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