MI COMENTARIO SOBRE LA SERIE STRANGER THINGS

Acabo de ver Stranger Things, una nueva serie de Netflix, dirigida por The Duffer Brothers y protagonizada por Winona Ryder (Joyce Byers); David Harbour (Jim Hoppery); y los niños Finn Wolfhard (Mike Wheeler); Caleb McLaufhlin (Lucas Sinclair), Gaten Matarazzo (Dustin Henderson); Noah Schnapp (Will Byers) y Millie Bobby (Jane "Eleven" Ives).

La serie, compuesta por ocho capítulos, narra la historia de la extraña desaparición de un niño en un pueblo tranquilo y sencillo. Los familiares y las autoridades del pueblo comienzan su búsqueda y luego se enfrentan a una serie de fenómenos paranormales en el que detrás se encuentra una gran conspiración por parte del gobierno de los Estados Unidos para tratar de cubrir una serie de experimentos con seres humanos para desarrollar y potenciar sus capacidades psíquicas.

La serie está ambientada en los años ochentas y mezcla todos los elementos del misterio que muchos de nuestro lectores de Expediente Oculto deben adorar: terror, suspenso, fenómenos paranormales, conspiración gubernamental y el fenómeno extraterrestre.

La interesante de la serie es que más allá de una ambientación, la década de 1980 se convierte casi en la protagonista visual, argumental e incluso en el diseño de cada uno de los personajes de la serie. Se podría decir que Stranger Things es prácticamente un homenaje a esta época y a películas que marcaron a toda una generación como Poltergeist (las escenas para esperar a la bestia), Alien (por la bestia misma); Tiburón (la escena de la piscina), E.T. (el disfrazar a la niña y las bicicletas), Indiana Jones (el sombrero del Sheriff), y algunas otras películas serie B, de terror y de miedo de los Estados Unidos. 

Con ello por supuesto, también se hace homenaje a directores y escritores como Steven Spielberg o Stephen King.

Cierto que por este homenaje, a veces se cae en clichés argumentales o diálogos y escenas propias de las películas de esa épocas (muchas de las cuales se siguen repitiendo hasta el cansancio hoy), como la pareja de enamorados en la escuela, las personas que incomprensiblemente deciden ir a la aventura a "cazar" a la bestia cuando lo más seguro es quedarse en casa, niños pocos conscientes del peligro y que curiosamente, nunca son descubiertos por sus padres, pero estos elementos, le dan a la serie un elemento gracioso, casi naif propia del tiempo, más que un elemento negativo. 

En todo caso, si hubo alguna "actualización" en el guión, es el papel de la mujer ante el peligro. En este caso, el valor de la mujer toma más protagonismo en el personaje Nancy Wheeler, que en un principio parecía hacer el papel de la joven estudiosa que se enamora del chico popular de la escuela, pero luego demuestra ser incluso más valiente y decidida que sus compañeros. 

La música, por supuesto, también merece una mención especial. Con temas como Africa de Toto o Should I Stay or Should I Go de The Clash, no hay pierde. También destacan la ambientación, el vestuario, creo que están bien logrados, incluso la textura de las imágenes, el color, las tomas, y demás, tienen también este estilo ochentero muy bien logrado que nos lleva al pasado.

En cuanto a las actuaciones, destacan sobre todo la de Winona Ryder, que creo que con la serie ha regresado con muy buena forma ante el público. Y si bien a los niños todavía les falta mucho para crecer actoralmente, creo que logran escenas muy divertidas y hasta tiernas.

En resumen, es una serie nostálgica pero que no se detiene allí, sino que está bien lograda, y que incita al público moderno, ese público que no ve televisión sino que usa una computadora para ver series; que no usan teléfonos de casa sino smartphones; que no juegan Atari sino Play Station o Pokemon Go; a que ingresen a estos tiempos sin ningún tipo de prejuicios de lo "antiguo".

Recomiendo la serie para los nostálgicos y por supuesto para los amantes del misterio.

Los productores han anunciado que habrá una segunda temporada de la serie que se ambientará en 1984. Veremos si la idea original da para un segundo aire y que mantenga los valores, la sorpresa y calidad que ha mostrado tener la primera.