LOS MISTERIOS DEL SUEÑO LÚCIDO


Volar a la Luna, convertirte en un caballo, hablar con tu cantante favorito, cualquier cosa que se te ocurra, cualquier cosa que quieras y desees, puede ocurrir dentro de tus sueños, y según muchas personas, uno puede manipular o controlar a su antojo, qué puede soñar y vivirlo además, como si fuera real. Esto es lo que se conoce como los sueños lúcidos.

¿Sueño o realidad?

¿Pero todo esto es real? ¿Qué parte opera nuestra conciencia y qué nuestro inconciente? ¿O acaso todo opera a la vez? 

Se dice que mientras uno duerme, en un período de 90 minutos, el cerebro permanece activo como si uno estuviera en estado de vigilia. Durante este período, los ojos se mueven rápidamente y salvo nuestras funciones físicas que se mantienen en estado de reposo, todo lo demás funciona. Esta etapa del sueño, se le conoce como la fase REM. Esto es tan normal que se sabe le sucede a todos los mamíferos, desde perros hasta el hombre. 

Sin embargo, se sabe que a diferencia en nuestro estado de conciencia, en esta parte del sueño, nuestros lados emotivos y primitivos, son mucho más fuerte (como si se liberaran) que nuestra parte racional y lógica. Es por ello, que nos cuesta mucho, durante el sueño, saber que estamos soñando o incluso, solemos olvidar lo que soñamos. Esto es interesante pues según los científicos, no es que los sueños aparezcan un día sí y un día no, los seres humanos soñamos siempre, solo que la mayoría no recordamos lo que hemos soñado.

Esto no le pasa a la mayoría pero no a todos pues hay quienes aseguran que son capaces de manejar a su antojo los sueños, gracias a una técnica conocida como los sueños lúcidos. Es decir, personas que duermen y sueñan como cualquier otra pero que tienen la capacidad de estar conscientes que están soñando.

Los sueños lúcidos

Gracias a este control que tienen sobre la fase REM estas personas pueden ser capaces de vivir una especie de vida paralela en la que pueden hacer y crear las cosas, momentos o fantasías, que no pueden cumplir en la vida real.

Recordemos que en esta etapa de sueño, el cerebro funciona como si estuviera despierto, así que todas las habilidades cerebrales y emocionales están activas, así que la experiencia es vivida como si fuera real. Lo único que no funciona y se mantiene en reposo, es el cuerpo. Es decir, uno es consciente de que está soñando, o sea, que su cuerpo está tumbado en la cama.

Sin embargo, lo interesante de los sueños lúcidos no se da tanto por el hecho recreativo de su práctica sino, en las actividades y revelaciones que uno puede descubrir en ella. Al estar más en contacto con nuestras emociones y con el lado primitivo de nuestro cerebro, hay personas que usan el sueño lúcido para encontrarse con su verdadero yo, para tener conversaciones filosóficas e iluminadas de la vida, y no son pocos los artistas, que gracias a un sueño lúcido, han logrado escribir, componer o pintar esa obra magnífica que en la vigilia, jamás pudieron representar o inventores y científicos que lograron resolver problemas imposibles y un gran ¡eureka! gracias a uno de estos sueños.

Pero también hay personas que el sueño lúcido les ayuda para asuntos terapéuticos, para luchar con sus miedos anclados en el incosnciente o también para luchar contra esas pesadillas recurrentes (al estar conscientes, sabemos que aquel "monstruo" es falso y podemos cambiarlo o maquillarlo a nuestro antojo), y hay otros que lo usan para cuestiones prácticas, por ejemplo, para practicar durante el sueño, algún deporte o alguna actividad manual o física. 


Las técnicas para tener un sueño lúcido

Hay varios métodos para tener un sueño lúcido, la mayoría de ellos están vinculados a la meditación pero para otros, basta solo con, antes de dormir, pensar en nuestra intención de despertar dentro de nuestro sueño y darnos cuenta de que estamos soñando. Ya dentro del sueño, debes hacer una "verificación de la realidad", por ejemplo, hacer pruebas para darte cuenta de si estás soñando o estás despierto. Y es que hay mucha gente que cuando sueña no sabe si lo que ha vivido ha sido un sueño o en verdad les ocurrió (recordemos que para el cerebro, lo que pasa en el estado REM puede ser interpretado como algo muy real). 

Para evitar esto, lo que debes hacer es hacer algo que solo puedes hacer en el sueño o en la realidad. Por ejemplo, taparte la nariz: si no necesitas respirar es que estás dormido, intentar volar, etcétera. O ver un objeto y verlo varias veces, si cambia de forma, estás en un sueño.

Una vez hecho esto, debemos recordar el propósito en nuestro sueño. Por lo general, aquí también es bueno recordar un objeto específico. Un músico por ejemplo, para escuchar las canciones que pudieran inspirarlo para sus composiciones, lo que hacía es que en cada sueño lúcido, buscaba una radio antigua que tenía de niño. Esta persona busca la radio en cada sueño y una vez que la encuentra, la enciende y escucha distintas emisoras hasta que escucha la música que le gusta, y esa trata de memorizarla. Lo mismo puede servir un libro, una taza, un boleto de avión, cualquier cosa que en el sueño lúcido, debemos buscar para que nos hagan recordar nuestro propósito.

Ahora bien, lo importante del sueño lúcido, como cualquier otro sueño, es recordarlo. Para ello basta con tener un cuaderno en donde podamos anotar, una vez que nos despertamos, lo que hemos soñado. Para aquellos que le da flojera hacer esto, puede tener una grabadora (ahora con los smartphones esto es más fácil) y tararear la canción oída, la visión mostrada, etcétera. Pero uno siempre debe plasmar de inmediato lo que ha vivido si no corre el riesgo de olvidarlo. 

Hay que recordar que no hay un camino rápido o más corto para controlar los sueños lúcidos, es cuestión de tiempo y mucha paciencia para aprender a usar esta técnica y para acostumbrar a nuestro cuerpo y mente a ello. 

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