POLICÍA BRITÁNICA RESUELVE EL MISTERIO DEL HOMBRE QUE CAYÓ DEL CIELO



El 9 de septiembre de 2012, a las 7:45 de la mañana, un hombre de unos 20 años de edad fue encontrado muerto en Portman Avenue, una calle en el oeste de Londres (Inglaterra). El hombre, de raza negra y que vestía un polo blanco y jeans, había sufrido terribles lesiones en la cabeza y la cara, no tenía documentos de identidad y nadie había denunciado su desaparición.

Las autoridades no sólo se preguntaron en ese entonces, quién era ese hombre, sino, cómo había muerto, pues eran visible por las condiciones del cuerpo, que este no habría fallecido en la misma avenida, ni siquiera en tierra, si no, que habría caído desde una altura considerable. El problema era que el barrio de Portman Avenue, es una zona residencial, sin edificios a la vista.

La policía entonces llegó a una conclusión extraña: presumió que el hombre había caído nada menos que de un avión (pues al parecer, había ocurrido casos similares en el pasado). Al final, las investigaciones policiales, confirmaron esta extraña hipótesis, en todo caso, la misión de las autoridades era determinar cómo.

LAS INVESTIGACIONES



Las investigaciones determinaron que el hombre era un polizón, que había venido escondido en el tren de aterrizaje de un avión proviniente de Angola justo antes del despegue, y que cuando el avión sobrevoló la calle, cercana al aeropuerto de Heathrow Airport, los compartimentos de las ruedas se abrieron y el hombre cayó.

En cuanto a la identidad del sujeto, la policía solo pudo encontrar entre los restos del hombre, dinero de Botswana y un celular de una compañía africana. Justamente, fue este celular el que permitió aclarar más este misterio, pues en él se encontraban varios mensajes provenientes de Suiza. El número de contacto pertenecía una mujer, para el que este hombre había trabajado en Sudáfrica como jardinero, fue justamente esta mujer, quién identificó al hombre, y dijo que provenía de Angola y se llamaba José Matada. Tenía 26 años de edad al momento de su muerte.

Según la policía y los análisis del cuerpo, Matada habría muerto no en la caída a tierra, sino, momentos antes, cuando se encontraba en el tren de aterrizaje del avión, debido a que cuando las compuertas se cierran, este compartimento puede llegar a una temperatura de -60 grados, con un nivel de oxígeno, sumamente bajo. Si a esto se le suma la ropa ligera que llevaba más las cerca de 12 horas de vuelo que tuvo que soportar, quizá haya muerto en ese compartimento, por hipotermia o en el mejor de los casos, habría estado inconciente.

Por otro lado, siguiéndole la pista, la policía determinó que el hombre habría recorrido por lo menos, cinco países antes de llegar a Londres. Trabajó por un tiempo en Sudáfrica, luego pasó a Mozambique, luego a Botswana, luego a Zambia, y finalmente, a Angola, en donde tomó el avión que lo llevaría a Londres.

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