EL OBRERO ALEMÁN QUE SE NEGÓ A HACER EL SALUDO NAZI


El protagonista de esta historia es August Landmesser, y se ha hecho conocido alrededor del mundo simplemente como el hombre que se negó a realizar el típico saludo nazi.

La historia de esta fotografía es la siguiente: era el año de 1936 (la época más dura del nazismo) y un astillero llamado August Landmesser, se encontraba en Hamburgo junto a un gran grupo de alemanes que esperaban la llegada de un buque de la marina nazi.

Como se puede ver la fotografía, todos los ciudadanos alemanes, extendían el brazo y las manos realizando el saludo nazi para recibir a los marinos, sin embargo, August, contemplaba aquella escena con los brazos cruzados.


Ahora bien, ¿por qué este hombre obrero, se negó a realizar el saludo nazi? La razón se encuentra en su conmovedora historia.

Si bien Landmesser perteneció al Partido Nazi desde 1931, fue expulsado del mismo en 1935, debido a que decidió casarse con una mujer judía, llamada Irma Eckler.

Con ella tuvo dos hijas, y debido a esto, los nazis, lo decidieron meterlo a la cárcel en 1938 por el motivo de Rassenschande o "deshonra de la raza". Por otro lado, su esposa, se cree que fue detenida por la Gestapo y encarcelada en Hamburgo y sus hijas (Ingrid e Irene) fueron separadas. 

A Ingrid se le permitió vivir con su abuela materna, mientras que Irene fue llevada a un orfanato. Más tarde, esta última sería adoptada por una familia.

En cuanto a Landmesser, se sabe que salió de prisión en 1941, que fue enviado a la guerra pero de allí se le perdió el rastro y fue dado por muerto.

Por suerte, en 1991, su hija Irene, encontró esta fotografía de manera fortuita en el interior de un diario. Identificó a su padre en ella, y fue allí, cuando conoció la historia de su padre.

Una historia no sólo que habla de amor, sino también, de lo irracional que llegó a ser este "pensamiento" que estuvo a punto de acabar con gran parte del mundo.


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