EL TESTIMONIO DEL SEÑOR JAVIER AÍDA SOBRE LOS FENÓMENOS DE LA CASA MATUSITA
Sr. Javier Aída, ex presidente de la CCL, y ex gerente comercial del Grupo Matusita.
Por Percy Taira
Para los amantes del misterio
de la Casa Matusita, pues les dejo este dato que he encontrado. Se trata de una
entrevista publicada el sábado 19 de octubre del 2002, en el diario El Comercio,
al entonces presidente de la Cámara de Comercio de Lima, Javier Aída, que
además, trabajó durante 51 años nada menos que en el local comercial Matusita.
Bajo el subtítulo “Los
recuerdos de Don Javier y el fantasma de la casa Matusita”. La periodista Gisella
Vargas Ochoa nos relata el interesante testimonio del señor Aída, sobre los
extraños fenómenos que ocurren en esta vivienda, en especial, la aparición de
lo que el llama “una energía blanca indescriptible, espeluznante”.
Imagen capturada del documental "The legend of the Matusita House" de Rocío Lladó.
“La tienda [Matusita] estaba ubicada en la calle Guadalupe (hoy jirón Azángaro) hasta que en 1953 recibieron una notificación de expropiación porque la municipalidad quería construir la nueva avenida Roosevelt. Acompañó a don Emilio [Matusita] a encontrar otro local y se toparon con uno vacío en el cruce de las avenidas Wilson y España. El guardián les advirtió que allí penaban, que años atrás había sido un matadero de criminales. Oídos sordos. No tenían tiempo para buscar otro lugar.
Años después, Javier se quedó
solo en la ya entonces famosa casa comercial Matusita. Debía apagar las luces
antes de retirarse. Mientras trabajaba sintió pasos. Eran fuertes.
Intermitentes y extraños. Giró la cabeza y se encontró con una energía blanca
indescriptible, espeluznante. (…) El sudor bañó su cuerpo nervioso. Nunca apagó
las luces. Cerró la puerta y se marchó.
Otro día, cuando ya existía la
embajada de Estados Unidos, un agente le preguntó si tenían un guardían que fumaba por las noches en el
segundo piso del local. Respondió que no, que ese piso siempre estaba con
cerrojo. Fueron a inspeccionar y no había rastro de tabaco. Aún así, don Javier
se quedó y sumó 51 años de trabajo para el grupo Matusita”.
La verdad es que son pocos los
testimonios que se tienen registrados de los propios trabajadores dentro de
esta casa. Por suerte, hay personas, y de importancia a nivel nacional como el
caso del señor Aída, que se atrevieron a hablar sobre este polémico tema. Algunos
consideran a la Casa Matusita como una simple leyenda urbana, y nosotros somos
de esa opinión, sin embargo, hay testimonios que nos pueden dejar con alguna
duda.
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