LOS HOMBRES BLANCOS DE CHACHAPOYAS Y EL GRITO DE MUNCH
Sarcófagos de Chachapoyas ¿imagen de sus pobladores de raza blanca? |
Por Percy Taira
Interesante dato que he
encontrado en el libro Crónica del Perú, escrito en 1553, del cronista e
historiador español, Pedro Cieza de León, en el que describe a los pobladores
de la civilización Chachapoyas, de Perú. Civilización por cierto, con más
grandes y antiguas construcciones que la de los Incas, como es el caso de
Kuélap (se dice que estos, luego de conquistarlos usaron sus conocimientos para
realizar construcciones como Machu Picchu), y con una extraña práctica de
rituales de la muerte, por ejemplo, son muy conocidas sus momias de Leymebamba.
En fin, Pedro Cieza de León, nos
dice que esta civilización era de raza blanca, o por lo menos tenía una piel
más blanca que la vista hasta ese momento en estas tierras, y que tanto hombres
como mujeres eran de extrema belleza.
Esto es lo que nos dice Pedro
Cieza de León:
“Son estos indios naturales de
Chachapoyas los más blancos y agraciados de todos cuantos yo he visto en las
Indias que he andado, y sus mujeres fueron tan hermosas que por sólo su
gentileza muchas dellas merecieron serlo de los ingas y ser llevadas a los
templos del sol; y así, vemos hoy día que las indias que han quedado deste
linaje son en extremos hermosas, porque son blancas y muchas muy dispuestas. Andan
vestidas ellas y sus maridos con ropas de lana y por las cabezas usan ponerse
sus llantos, que son señal que traen para ser conoscidas en toda parte”.
Este relato curiosamente
coincide con el color de los sarcófagos de Chachapoyas, esculturas altas y
largas de color blanco que dentro contenían restos humanos.
LAS MOMIAS DE CHACHAPOYAS Y EL
GRITO DE MUNCH
Por cierto, hablando de las
momias de Leymebamba, he conocido una historia que asegura que el pintor Edvard
Munch, se habría inspirado en las momias de Chachapoyas para pintar el
personaje principal de su cuadro El Grito pintado en 1893.
Según dice esta historia,
Munch vistió con su amigo Paul Gauguin, en 1889 el Museo del Hombre de París, una
muestra en la que se mostraban momias supuestamente Incas, aunque ahora se sabe
que eran Chachapoyas por sus características particulares, como por ejemplo, tener
las manos alrededor del rostro con gestos de espanto o de grito.
Dicen que Munch quedó muy
impresionado con esta exposición y sobre todo con los gestos y rasgos de estas
momias, que decidió utilizarlos en su lienzo. Lamentablemente, esto no se ha
podido comprobar.
Lo que se sabe es lo que Munch
escribió en su diario en 1892, señalando que su cuadro fue inspirado cuando "Paseaba por un camino con dos amigos, (el sol se puso) y de repente el cielo se volvió rojo como sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio (sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad) mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, y sentí un grito infinito atravesando la naturaleza".
Algunos incluso relacionan la
visión de Munch con un supuesto viaje dimensional, por aquello del cielo rojo,
muy característico de los testimonios que aseguran que han viajado a otras dimensiones,
incluso a través del tiempo, sin embargo, según unos astrónomos
estadounidenses, lo que vio Munch no fue un viaje astral ni una momia Chachapoyas,
sino crepúsculos provocados en Oslo por la erupción del volcán indonesio
Krakatoa en 1883.
En fin, misterios de la
civilización de Chachapoyas, de sus momias y del arte.
Esta es la imagen del cuadro de El Grito de Munch y el de
una de las momias Chachapoyas. ¿Halla parecido?
Si deseas saber más sobre la civilización de los Chachapoyas, puedes ver este documental de Discovery Channel sobre los últimos hallazgos de este pueblo que explican su forma de vida, sus conflictos, hasta los motivos de su desaparición.
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