LIBROS DEL MISTERIO: BRUJAS (ORÍGENES)

Por Sergio Tenguán


¿Quién no se acuerda de los fantásticos cuentos infantiles que escuchamos o vimos por televisión de pequeños?

Historias como la de Blancanieves y Hansel y Gretel, que nos hablan de seres fantásticos malvados como lo son las brujas, nos han mantenido a raya en nuestra niñez, con el temor de que si no comíamos nuestras verduras o no dormíamos temprano, vendría una de estas brujas y nos llevaría o nos convertiría en sapos. Pero no todo es maldad en los cuentos infantiles, por ejemplo, en otros cuentos como La Bella Durmiente, Pinocho o Peter Pan, encontramos también seres mágicos de los buenos, Las Hadas.

¿De donde provinieron todas estas historias fantásticas? sabemos que la imaginación humana no tiene límites pero, ¿realmente fue todo imaginería pura o hay un trasfondo espiritual, social o político detrás de todos estos cuentos?

De esto trata este nuevo libro que estaremos compartiendo en las próximas semanas. Brujas, de la editorial LIBSA y con la colaboración de Luis Melgar en lo que respecta a los textos, nos explica de una manera muy colorida (lo digo por todas las imágenes y del diseño del libro) todo lo referente al tema de las brujas. Desde los supuestos orígenes, pasando por la cacería de brujas a manos de la Inquisición, hasta llegar a nuestros días con la astrología, quiromancia y el Tarot.

LOS ORÍGENES DE LA BRUJERÍA
El libro nos habla sobre cómo desde que el hombre puso pie en la tierra, ya estaba impreso en su ADN el cuestionarse cosas como el día y la oscuridad, las lluvias, que a veces caía de forma líquida y los mojaba, otras tantas de forma dura y les golpeaba duro en sus cabezas, a manera de granizo, o a veces incluso, en forma suave y blanca, que se les hacia harto peligroso en el caso de que se quedaran dormidos y fuesen sepultados vivos por capas y capas de nieve.

En otras ocasiones el cielo emitía sonidos ensordecedores y se iluminaba breve, pero intensamente. El hombre antiguo no tenía ni la menor idea de porque ocurrían estas cosas, pero al levantar el rostro y ver al poderoso Sol que les quemaba los ojos pero al mismo tiempo les regalaba luz (cuando el sol no estaba todo era oscuridad), intuían que este tenía algo que ver.

De esta manera nace un dios y al nacer este dios también tuvo que nacer un intermediario, un líder, que comandara el culto de adoración y que guiase a los demás a satisfacer las necesidades del nuevo dios protector imaginado por ellos. Fue así como probablemente nace la figura de un Brujo.

Más adelante, los hombres decidieron enterrar a sus muertos y comenzaron a creer en que había un mundo invisible que afectaba al mundo visible y de este momento han existido dos formas de relacionarse con este más allá: la religión y los brujos y brujas.

Las primeras civilizaciones históricas, son los que comienzan a arraigar el uso de la magia por todo el mundo.

Por ejemplo en el caso de los egipcios, una de las diosas más veneradas fue Isis, que era considerada una gran maga con poderes suficientes como para resucitar a los muertos.
Los sacerdotes egipcios, fabricaban amuletos y lanzaban conjuros para proteger las tumbas de los reyes muertos.

Los antiguos romanos a su vez, creían en la intervención de poderes sobrenaturales sobre los humanos y es por esto que contaron con los augures, que, antes de cada acto oficial, como el inicio de una guerra, elecciones de líderes o inclusive, la construcción de una vivienda, los augures escrutaban los cielos o leían las entrañas de los animales para adivinar la voluntad de los dioses.

LA BRUJERÍA EN DISTINTAS CULTURAS DEL MUNDO
Hasta aquí hemos visto como la magia y lo sobrenatural ha existido en el mundo desde los inicios del hombre, pero las brujas como tales, las que todos nos imaginamos, esas brujas de la Edad Media y Moderna que alimentaron el fuego de miles de hogueras, provienen en esencia de las antiguas leyendas celtas.

La religión celta contaba con los druidas y las sacerdotisas, personajes que tenían una importante carga mágica. Con toda seguridad, la hechicera medieval y moderna es la heredera de la sacerdotisa celta, que invocaba a las diosas de la naturaleza, curaba enfermedades y practicaba una sexualidad mucho más libre de la que impondría después el cristianismo.

La brujería no solo estaba presente en la cultura occidental, sino en todo el mundo y de diferentes maneras, puesto que la esencia de la magia y de lo sobrenatural es, al parecer, algo innato en el ser humano.

En distintos pueblos del África subsahariana, la forma más común de brujería es el chamanismo y se hace la distinción entre chamanes, que viven con el pueblo y curan enfermedades y los brujos malignos, que están en solitario y los consideran peligrosos.
En África central, se le atribuye a la brujería, la mayor parte de las dificultades que una familia pueda afrontar.

En Sudáfrica, los indígenas distinguen entre brujas diurnas y nocturnas, las primeras son benéficas, mientras que las otras son solitarias y malvadas. Y sus vecinos cercanos del sudeste africano, creen que las brujas vuelan de noche montadas en palos, comen carne humana y bailan desnudas, coincidiendo así con gran parte de los mitos occidentales.

Los pueblos americanos a su vez, practicaban el chamanismo con especial devoción a los espíritus guardianes de los animales. Diferenciaban también a los benéficos de los maléficos y una vez más, se creía que el chaman podía tomar la forma de su espíritu guardián y de esta manera convertirse en águila, coincidiendo así con la tradición universal de que las brujas pueden volar.

En el centro y sur de América no había chamanes, pues al estar más desarrollados desde el punto de vista religioso e institucional, sus creencias se parecían más a las de Egipto, con sacerdotes magos y pos supuesto creían también en los brujos independientes que usaban la magia para hacer el mal.

En oriente, aunque el Islam prohíbe la práctica de la brujería, inclusive en el Corán se habla de personajes mágicos como los Yins o genios. Estos seres tienen poderes sobrenaturales y en algunas ocasiones hacen pactos con los humanos para trabajar en beneficio mutuo.

En Asia oriental, se cree que los brujos tibetanos a fin de alcanzar el Nirvana, en el camino obtienen muchos poderes mágicos dentro de los cuales resaltan el poder de volar, el poder de estar en varios lugares al mismo tiempo, la telepatía, la invocación y exorcización de demonios, así como el poder de someterlos a su voluntad para que le sirvan como esclavos y también poder sobre los fenómenos meteorológicos.

Como vemos hay muchas similitudes entre todas las creencias a nivel mundial, pero como dice  el libro, la imagen de bruja o brujo más cercano a lo que ha llegado hasta nuestro días, serían definitivamente las relacionadas a las leyendas y tradiciones celtas.

Sígannos durante las próximas semanas, que profundizaremos un poco más en el tema.



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