LIBROS DEL MISTERIO: EL SANTO SUDARIO (PARTE-II)



Por Sergio Tenguán

La semana pasada les comentaba sobre la novela de Julia Navarro, La Hermandad de la Sabana Santa. Como toda novela, esta trae consigo algunos hechos reales que quizás nos conocíamos antes y en este caso en particular, son también hechos históricos de suma importancia para entender la historia del Santo Sudario.
La historia del rey Abgaro de Edesa y de su milagrosa curación a manos de la santa reliquia parece ser correcta casi en su totalidad, la autora se baso en los evangelios apócrifos.

También hay leyendas sobre el rey Abgaro del siglo I, escritas por historiadores de esa época.
Uno de ellos Eusebio, que cuenta como la sabana fue llevada por Tadeo a Edesa y el rey se curó. Aquí encontramos una discrepancia con la novela, puesto que en esta se cuenta que fue Josar y no Tadeo el que llevo la sabana al rey.
Si bien es cierto, hay escritos sobre estas leyendas, no podemos estar seguros de que las cosas hayan pasado tal y como se cuentan en estos escritos, puesto que las leyendas en sus inicios, se trasmitían oralmente y puede que la información se haya alterado.
Otro dato real es el nombre de Geoffroy de Charny, el supuesto heredero del Templario Geoffroy de Charney (cosa que no se puede comprobar).
La historia de la sabana que se encuentra en la catedral de Turín, empieza con este caballero francés y se le puede seguir hasta nuestros días ya que está todo documentado.
El problema es el antes y la no certeza de si la sabana de Turín es la misma que la del rey Abgaro.
Según escritos de historiadores y de evangelios apócrifos entre los siglos III y VI, hablan de la “Imagen de Edesa”, o se refieren a ella como “no hecho por manos humanas” (acheiropoieta).

También se dice de ella que era una “tela doblada en cuatro” (tetradiplon). Los griegos bizantinos siguen hablando de la acheiropoieta y de la “pequeña toalla” (mandylion).
En obras de arte del siglo X se puede ver al emperador bizantino sosteniendo la zona facial del lienzo, pero con una extensa tela.
Tanto en la Biblioteca Vaticana como en la Universidad de Leiden, se han encontrado documentos que dicen que la sabana de Edesa no solo mostraba el rostro sino el cuerpo entero y manchas de sangre en el costado. Estos documentos son supuestamente del siglo IX a raíz de un traslado al que se iba a someter la sabana, digamos que fue como un chequeo de la misma y lo documentaron.
Según estos datos podríamos asumir que efectivamente las dos sabanas eran la misma, sin embargo cabe recordar que la sabana estuvo desaparecida muchos siglos y sería muy irresponsable afirmar algo al respecto.
Un dato curioso sobre la sabana es que la datación del carbono 14 no coincide con la imagen que se encuentra en el códice pray. Este fue escrito entre los años 1192 y 1195 (65 años antes de la más antigua fecha determinada por el Carbono-14 de 1988).
La imagen trata la sepultura de Cristo, la forma de la sabana coincide con la de Turín y lo curioso son los pequeños puntos en forma de “L” que se representa en la imagen.

Esos puntos, son unos agujeros que tiene la sábana santa a causa de quemaduras en la tela y son exactamente iguales a las de la imagen.
Si esta imagen se hizo basándose en la sábana santa entonces podríamos afirmar que el carbono 14 esta errado en más de medio siglo por lo menos.
Sé que estos datos no se incluyen en la novela sin embargo me pareció correcto, compartirlo con Uds.

El libro cuenta con datos reales (en el sentido de que hay escritos sobre ello) y datos documentados también. Estos últimos, principalmente cuando ya se habla de los años inmediatamente anteriores a su exposición en la catedral de Turín.

Lo demás, en cuanto a nombres de los templarios por ejemplo, algunos son conocidos por todos como el de Jaques de Molay, sin embargo en su mayoría deben haber sido inventados por la autora.

Las sociedades secretas, como la de la Hermandad, en la que los hombres no tienen lengua ni huellas digitales y la de los modernos, ricos, poderosos y castos Templarios, son pura imaginería también.
Personalmente, soy de la opinión que este tipo de novelas se hacen muy interesantes por el hecho de llevar algunos datos históricos reales, esto te lleva a investigar un poco y aprender sobre el tema.

Como ya dije en el artículo anterior, muy buena novela, te engancha desde el primer momento, porque sabes que lo que te cuenta, fácil pudo ser verdad y en este caso, parcialmente lo es. Luego ya viene la habilidad de la autora para que con un poco de imaginación se las arregla para mantenerte enganchado a lo largo de toda la historia.

Espero nunca se deje de escribir este tipo de novelas, ya que supondría falta de motivación para muchas personas de aprender un poco sobre el pasado y las implicaciones que este pasado conlleva a manejar nuestro futuro.
 

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