LIÉRGANES, CUNA DEL HOMBRE PEZ
LIÉRGANES, CUNA DEL HOMBRE PEZ
En el pequeño pueblo de Liérganes, en España, cera al río Miera, se mantiene viva una de las leyendas más curiosa del folklore español: la historia de Francisco de la Vega, más conocido, como el Hombre Pez.
Cuenta la historia que en 1674 desapareció entre las aguas del río Miera un joven de dieciséis años llamado Francisco de la Vega Casar.
Su familia lo dio por muerto, hasta que cinco años después, en 1679 fue capturado por pescadores de la bahía de Cádiz como un extraño monstruo mitad hombre y mitad pez.
Francisco presentaba, según los testimonios, escamas tanto en el pecho y la zona abdominal como en las espaldas. Las autoridades, especialmente religiosas se escandalizaron con el hecho a tal punto que le practicaron diversas sesiones de exorcismos, sin lograr mayores resultados, hasta que un día, el hombre que sólo se comunicaba a través de alaridos y gritos, pronunció el nombre de su ciudad: Liérganes.
Inmediatamente las autoridades eclesiásticas dieron con la familia del extraño ser, y ésta lo mantuvo consigo hasta que en 1682, Francisco decidió huir de su casa para regresar nuevamente al río Miera y desaparecer para siempre.
Diversas investigaciones han dado por cierta esta historia basados en textos oficiales tanto de Liérganes como de Cádiz, no obstante, hay muchos que aún dudan de la veracidad de este hecho.
Sea como fuere, nosotros nos quedamos con la inscripción que muestra un monumento llamado “Recuperación de Francisco en Cádiz”, en donde se lee: “Su proeza atravesando el océano de norte a sur de España, si no fue verdad mereció serlo. Hoy, su mayor hazaña es haber atravesado la memoria de los hombres. Verdad o leyenda, Liérganes lo honra aquí y le da así la inmortalidad”.
Cuenta la historia que en 1674 desapareció entre las aguas del río Miera un joven de dieciséis años llamado Francisco de la Vega Casar.
Su familia lo dio por muerto, hasta que cinco años después, en 1679 fue capturado por pescadores de la bahía de Cádiz como un extraño monstruo mitad hombre y mitad pez.
Francisco presentaba, según los testimonios, escamas tanto en el pecho y la zona abdominal como en las espaldas. Las autoridades, especialmente religiosas se escandalizaron con el hecho a tal punto que le practicaron diversas sesiones de exorcismos, sin lograr mayores resultados, hasta que un día, el hombre que sólo se comunicaba a través de alaridos y gritos, pronunció el nombre de su ciudad: Liérganes.
Inmediatamente las autoridades eclesiásticas dieron con la familia del extraño ser, y ésta lo mantuvo consigo hasta que en 1682, Francisco decidió huir de su casa para regresar nuevamente al río Miera y desaparecer para siempre.
Diversas investigaciones han dado por cierta esta historia basados en textos oficiales tanto de Liérganes como de Cádiz, no obstante, hay muchos que aún dudan de la veracidad de este hecho.
Sea como fuere, nosotros nos quedamos con la inscripción que muestra un monumento llamado “Recuperación de Francisco en Cádiz”, en donde se lee: “Su proeza atravesando el océano de norte a sur de España, si no fue verdad mereció serlo. Hoy, su mayor hazaña es haber atravesado la memoria de los hombres. Verdad o leyenda, Liérganes lo honra aquí y le da así la inmortalidad”.
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