EL MITO DE LAS SIRENAS
EL MITO DE LAS SIRENAS
Fantasía, fascinación, mito, leyenda, belleza e historia, todos estos elementos se unen en un ser único llamado desde el origen de la mitología griega simplemente como sirenas. Seres de extraordinaria belleza que navegantes como Cristóbal Colón y John Smith aseguran haber visto en sus travesías.
No obstante, vale preguntarse ¿cuáles son los orígenes de este mito y qué son exactamente las sirenas? Y por último ¿A qué se debió tanta confusión y fascinación?
El origen de las sirenas
No obstante, vale preguntarse ¿cuáles son los orígenes de este mito y qué son exactamente las sirenas? Y por último ¿A qué se debió tanta confusión y fascinación?
El origen de las sirenas
Sus orígenes como hemos dicho se inician en los primeros tiempos de la cultura griega, en este punto vale destacar que lejos de lo que se piensa, las sirenas no eran las jóvenes mujeres mitad pez que actualmente reconocemos sino que eran seres mitad mujer y mitad ave, esto debido quizá a la relación primigenia (que ha perdurado en el tiempo) de la belleza del canto de estos seres con el trinar de las aves.
No obstante, con el tiempo, su forma fue mudando y las primeras descripciones de las actuales sirenas tal y como las conocemos las encontramos en el poema épico de Homero, en la Odisea.
Homero nos dice: "Encantan a los mortales que se les acercan. ¡Pero es bien loco el que se detiene para escuchar sus cantos! Nunca volverá a ver a su mujer ni a sus hijos, pues con sus voces de lirio las sirenas lo encantan, mientras que la ribera vecina está llena de osamentas blanqueadas y de restos humanos de carnes corrompidas..."
Aquí las sirenas obtienen sus dominios en el mar y por supuesto, la fama de encantadores y peligrosos seres para los navegantes y marinos.
Las sirenas de Colón y Smith
Sin embargo, no debemos viajar 2,800 años en el tiempo para hallar referencia de estos seres, uno de los registros más actuales que se tienen fue el escrito por el navegante italiano, Cristóbal Colón, quien aseguró en 1493 que había visto una sirena frente a las costas de la Florida.
Colón afirma: “El día pasado, cuando el Almirante iba a Río del Oro, dijo que vio tres sirenas que salieron bien alto de la mar, pero no eran tan hermosas como las pintan, que en alguna manera tenían forma de hombre en la cara. Dijo que otras veces vio algunas en Guinea, en la costa Manegueta".
Como puede verse, el mito de las sirenas, en el siglo XV, aún tenía vigencia tanto como en el siglo XVII, cuando el explorador John Smith, afirmó también haber presenciado a uno de estos bellos seres a punto de sumergirse en las aguas del mar Caribe. Las describió como seres de cabellos largos y verdes, atractivos, que fácilmente podían encandilar a cualquier hombre que las viera.
Vestigios de las sirenas
Sumado a todo esto, hay navegantes que afirmaron en su tiempo incluso haber capturado a estos seres.
En Venecia un escrito de 1432 dice lo siguiente:
“El ser capturado esta noche por un grupo de marinos concuerda con las conocidas sirenas, es una mujer de cabellos y ojos negros, sus piernas están cubiertas por duras escamas y terminan en una sola extremidad con forma de cola de pez. No había forma de comunicarse con ella, su rostro mostraba el dolor y la necesidad de volver al agua, intentamos sacar algunas de estas escamas pero sus gritos y los movimientos desesperantes voltearon a los 3 marinos que la sostenían. Esto me conmovió enormemente y decidí regresarla nuevamente al agua."
Lógicamente, este extraño hecho, puede ser calificado como fraude, tanto como el supuesto fósil de una sirena enana encontrado en las islas Fiji, que a pesar de la inicial curiosidad que ocupó en el mundo científico no pasó de ser un bien elaborado fraude.
¿Qué pudieron ser las sirenas?
Fuera de la imagen del ser alado que es muy común en toda mitología del mundo antiguo, la figura de la bella mujer mitad pez, pudo confundirse fácilmente, según muchos, con un Trichechus manatus, es decir, un manatí. Lógicamente, puede sonar en gracia de que un hombre confunda a un manatí con una mujer, pero muchos afirman de que quizá esta confusión se debió a las naturales “urgencias” que podían tener los hombres en alta mar lejos de sus respectivas esposas.
No obstante, con el tiempo, su forma fue mudando y las primeras descripciones de las actuales sirenas tal y como las conocemos las encontramos en el poema épico de Homero, en la Odisea.
Homero nos dice: "Encantan a los mortales que se les acercan. ¡Pero es bien loco el que se detiene para escuchar sus cantos! Nunca volverá a ver a su mujer ni a sus hijos, pues con sus voces de lirio las sirenas lo encantan, mientras que la ribera vecina está llena de osamentas blanqueadas y de restos humanos de carnes corrompidas..."
Aquí las sirenas obtienen sus dominios en el mar y por supuesto, la fama de encantadores y peligrosos seres para los navegantes y marinos.
Las sirenas de Colón y Smith
Sin embargo, no debemos viajar 2,800 años en el tiempo para hallar referencia de estos seres, uno de los registros más actuales que se tienen fue el escrito por el navegante italiano, Cristóbal Colón, quien aseguró en 1493 que había visto una sirena frente a las costas de la Florida.
Colón afirma: “El día pasado, cuando el Almirante iba a Río del Oro, dijo que vio tres sirenas que salieron bien alto de la mar, pero no eran tan hermosas como las pintan, que en alguna manera tenían forma de hombre en la cara. Dijo que otras veces vio algunas en Guinea, en la costa Manegueta".
Como puede verse, el mito de las sirenas, en el siglo XV, aún tenía vigencia tanto como en el siglo XVII, cuando el explorador John Smith, afirmó también haber presenciado a uno de estos bellos seres a punto de sumergirse en las aguas del mar Caribe. Las describió como seres de cabellos largos y verdes, atractivos, que fácilmente podían encandilar a cualquier hombre que las viera.
Vestigios de las sirenas
Sumado a todo esto, hay navegantes que afirmaron en su tiempo incluso haber capturado a estos seres.
En Venecia un escrito de 1432 dice lo siguiente:
“El ser capturado esta noche por un grupo de marinos concuerda con las conocidas sirenas, es una mujer de cabellos y ojos negros, sus piernas están cubiertas por duras escamas y terminan en una sola extremidad con forma de cola de pez. No había forma de comunicarse con ella, su rostro mostraba el dolor y la necesidad de volver al agua, intentamos sacar algunas de estas escamas pero sus gritos y los movimientos desesperantes voltearon a los 3 marinos que la sostenían. Esto me conmovió enormemente y decidí regresarla nuevamente al agua."
Lógicamente, este extraño hecho, puede ser calificado como fraude, tanto como el supuesto fósil de una sirena enana encontrado en las islas Fiji, que a pesar de la inicial curiosidad que ocupó en el mundo científico no pasó de ser un bien elaborado fraude.
¿Qué pudieron ser las sirenas?
Fuera de la imagen del ser alado que es muy común en toda mitología del mundo antiguo, la figura de la bella mujer mitad pez, pudo confundirse fácilmente, según muchos, con un Trichechus manatus, es decir, un manatí. Lógicamente, puede sonar en gracia de que un hombre confunda a un manatí con una mujer, pero muchos afirman de que quizá esta confusión se debió a las naturales “urgencias” que podían tener los hombres en alta mar lejos de sus respectivas esposas.
Comentarios
YO TAMBIEN TENGO UNO
TE DOY LA DIRECCION
WILL-SUPERWITCH.BLOGSPORT.COM
FELICIDADES POR LA WEB
solo q los mas fortunos pudieron er esos seres que dicen ser de belleza...
llevo toda mi vida deseando saber si todo esto es un mito de los griegos o es todo pura verdad
PORQUE YO NO LO VOY A HACER...
E SIDO SEGUIDORA DE ELLAS DESDE K TENIA 4 AÑOS AHORA K TENGO 15 NO PIENSO DEJASR DE PENSAR EN ELLAS PORQUE SON MI ILUSION.....
MADUREN QUE NIÑOS NADIE SE QUISIERA JUNTAR CON USTEDES Y SI SE JUNTARAN ES POR INTERES