EL VERDADERO SHERLOCK HOLMES

EL VERDADERO SHERLOCK HOLMES


Sherlock Holmes, el mítico personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle en 1887 al parecer no era tan ficticio como muchos creían, era una persona de carne y hueso y su nombre era Joseph Bell House, quien no vivía en el 221B de Baker Street sino en Edinburgo y menos aún detective sino un brillante doctor en medicina que repartía su tiempo entre clases universitarias y la investigación de difíciles crímenes policiales, se dice que uno de esos casos fue justamente, el del terrorífico asesino en serie, Jack el destripador.

El profesor de Conan Doyle

Doyle conoció a Bell en 1877, cuando el doctor daba clases de medicina en la universidad de Edimburgo. Se dice que el escritor quedó tan impactado con la perspicacia de su maestro a la hora de dar diagnósticos médicos y por las observaciones minuciosas que daba a cada uno de sus pacientes, que prácticamente la idea de lo que sería en un futuro Sherlock Holmes cayó por su propio peso.

Era tal el escrutinio con que Bell revisaba a sus pacientes que cuenta la anécdota que era capaz de determinar la procedencia, oficio o profesión del sujeto sólo con ver el modo de caminar, el acento, las manos o la indumentaria de la persona.

Basta con este ejemplo, se dice que una vez ingresó un paciente al aula en donde el doctor daba sus clases. El caso parecía simple y con solo observar al sujeto Bell señaló que el hombre había sido soldado en Escocia y que según su andar y su baja estatura, habría integrado la banda de música del ejército.

A pesar de la seguridad del médico, el sujeto logró contrariarle pues afirmó que nunca había estado en el ejército y que su oficio no era el militar sino la zapatería. En ese momento, el doctor pidió a dos de sus ayudantes a que trasladaran al hombre a un cuarto contiguo y que una vez allí, lo despojaran de su ropa. Fue entonces cuando Bell descubrió que el hombre tenía marcada bajo la tetilla izquierda una letra “D”, lo que indicaba que era un desertor del ejército, como era la usanza de esa época. A pesar de su primera resistencia el zapatero tuvo que confesar que sí había pertenecido al ejército y que además, era cierto que había integrado la banda de su regimiento en la de Escocia contra los rusos.

Jack el destripador

No obstante, lejos de todas estas historias si hay algo que aún se ha mantenido en la bruma sobre la vida de este excelente doctor es su participación en el caso más espeluznante y misterioso que haya vivido el Reino Unido, este es, el caso de Jack el destripador.

Muchos afirman que Joseph Bell participó directamente en las investigaciones policiales de Scotland Yard en 1888 para descubrir la identidad de este asesino, es más se dice que Bell solicitó la ayuda de un amigo pues como él comentaría tiempo después:

“Cuando dos personas se ponen a buscar una pelota de golf en general, esperan hallarla donde las coordenadas mentales que tienen se cruzan y lo indican. Análogamente, cuando dos personas se ponen a investigar un crimen misterioso, llegan a un resultado al intersecarse sus investigaciones."

Se comenta que ambos doctores, a pesar de haber trabajado separadamente coincidieron con el nombre del sospechoso. El nombre sería enviado luego a Scotland Yard, no obstante, nadie sabe qué ocurrió con el dato, pues como se sabe, hasta la fecha la identidad de este asesino es aún un polémico misterio.

Fuente de inspiración en la realidad

Actualmente, el ingenioso doctor Joseph Bell House, continúa siendo fuente de inspiración para los guionistas y escritores. Recientemente una de las más sintonizadas series de la televisión estadounidenses es Doctor House, que trata sobre la vida de un egocéntrico, malhumorado pero sobre todo talentoso médico, llamado Gregory House, quien es capaz de diagnosticar las enfermedades más extrañas. Según sus creadores, esta figura está basada, tal como lo fue Sherlock Holmes, en el doctor Joseph Bell.

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