POTENCIAS LUCHAN (DE NUEVO) POR LLEGAR A LA LUNA
POTENCIAS LUCHAN (DE NUEVO) POR LLEGAR A LA LUNA
Tras el anuncio de la Nasa de postergar su viaje tripulado a la Luna previsto para el 2010, las especulaciones de si el gigante norteamericano volvería a ganar la reciente carrera espacial iniciada hace diez años, resulta desconcertante para muchos analistas.
Y es que son varios los países, quienes sorpresivamente, intentan llegar dentro de los próximos años a este citado satélite. Entre los más importantes se encuentran China, India, Japón y por supuesto, Rusia.
Los especialistas han mostrado ya su preocupación de que esta nueva carrera espacial se enmarque nuevamente en un ambiente de “Guerra Fría” debido al importante mensaje tanto político, económico y militar, que significaría una hazaña de este tipo.
Como se sabe, el mundo ha cambiado mucho desde que Neil Armstrong pisara el suelo lunar, es más, la variación en la balanza del poder en el mundo, con la caída de Rusia y el surgimiento de China resulta más que notorio. Tal es así, que Estados Unidos ha negado colaborar con China en cualquier proyecto espacial que esta tenga, al considerarla aún, como un enemigo potencial.
La Carrera
Hasta la fecha los planes por llegar a la Luna se encuentran trazado de la siguiente manera, según lo declarado por Estados Unidos, este país no llegaría al satélite sino hasta el 2020, Japón por su parte, acaba de lanzar su primer satélite alrededor de la Luna como parte principal de su plan para enviar una nave tripulada, este hecho podría producirse según los cálculos de la agencia espacial japonesa, también en el 2020.
Por su parte, el ex enemigo número uno de los Estados Unidos en estas lides, Rusia, planea llegar a la Luna en el 2027, que si bien es cierto resulta ser un tiempo largo comparándolo con sus competidores, la gran diferencia de Rusia es que su plan propone además, establecer una base permanente lunar, que sería instaurada entre los años 2027 y 2032, esto según la agencia espacial rusa, Roskosmos.
Asimismo la India lanzará el próximo año su primer satélite, no obstante, este país aún no tiene una fecha probable de su primer lanzamiento tripulado.
El caso China
En este sentido China, quien acaba de lanzar su primera sonda lunar llamada Chang’e I, ha señalado que llegará a la Luna en el año 2020, aunque muchos especialistas aseguran que esta cifra podría reducirse teniendo en cuanta el gran auge económico que vive el país y la importancia política que esta hazaña significaría.
Hay que destacar que el programa lunar chino tiene un presupuesto de cerca de mil millones de yuanes, es decir 130 millones de dólares. Una cifra realmente exorbitante y que podría considerarse un lujo teniendo en cuenta el grave problema económico que sufre Estados Unidos en la actualidad, problema que ha obligado a la Nasa y al gobierno de Bush a elegir por materia presupuestaria entre el Trasbordador espacial o el Plan de la Luna.
¿Por qué otra vez la Luna?
A todo esto, sorprende esta nueva carrera a la Luna por el hecho tan vehemente con que las potencias quieren volver al suelo lunar, más sobre todo, cuando se ha dicho repetidamente que en la Luna no hay nada utilizable para el hombre.
Por eso cabe preguntarse ¿qué hay en la Luna que produce tantas ambiciones? ¿Qué de utilizable o sorprendente hay allá que las potencias están dispuestas a gastar miles y millones de dólares? ¿Por qué la Luna y no Marte?
Sobre todo porque hay que entender que estos planes no sólo buscan un nuevo ordenamiento en el mundo moderno, sino, además buscan captar recursos o nuevas tecnologías desconocidas aún por el público común necesarias para el futuro de nuestra existencia. Es decir, nadie gastaría tanto dinero sino obtuviera por ello un beneficio próximo.
En cuanto a este último punto, por ejemplo, lo único que se sabe es que China, planearía extraer de la superficie lunar, el denominado Helio 3, que es un combustible de fusión nuclear que sólo puede hallarse en la Luna. Esto sería definitivamente una revolución en la industria y haría de China el único productor de este combustible en el mundo.
Es por este motivo y aquellos otros aún desconocidos, que esta nueva carrera lunar interesa tanto a científicos, políticos, economistas y otros analistas, pues aquel que la gane, así como sucedió con Estados Unidos y Rusia, será a fin de cuentas el que sea la nueva potencia que rija el nuevo orden mundial.
Y es que son varios los países, quienes sorpresivamente, intentan llegar dentro de los próximos años a este citado satélite. Entre los más importantes se encuentran China, India, Japón y por supuesto, Rusia.
Los especialistas han mostrado ya su preocupación de que esta nueva carrera espacial se enmarque nuevamente en un ambiente de “Guerra Fría” debido al importante mensaje tanto político, económico y militar, que significaría una hazaña de este tipo.
Como se sabe, el mundo ha cambiado mucho desde que Neil Armstrong pisara el suelo lunar, es más, la variación en la balanza del poder en el mundo, con la caída de Rusia y el surgimiento de China resulta más que notorio. Tal es así, que Estados Unidos ha negado colaborar con China en cualquier proyecto espacial que esta tenga, al considerarla aún, como un enemigo potencial.
La Carrera
Hasta la fecha los planes por llegar a la Luna se encuentran trazado de la siguiente manera, según lo declarado por Estados Unidos, este país no llegaría al satélite sino hasta el 2020, Japón por su parte, acaba de lanzar su primer satélite alrededor de la Luna como parte principal de su plan para enviar una nave tripulada, este hecho podría producirse según los cálculos de la agencia espacial japonesa, también en el 2020.
Por su parte, el ex enemigo número uno de los Estados Unidos en estas lides, Rusia, planea llegar a la Luna en el 2027, que si bien es cierto resulta ser un tiempo largo comparándolo con sus competidores, la gran diferencia de Rusia es que su plan propone además, establecer una base permanente lunar, que sería instaurada entre los años 2027 y 2032, esto según la agencia espacial rusa, Roskosmos.
Asimismo la India lanzará el próximo año su primer satélite, no obstante, este país aún no tiene una fecha probable de su primer lanzamiento tripulado.
El caso China
En este sentido China, quien acaba de lanzar su primera sonda lunar llamada Chang’e I, ha señalado que llegará a la Luna en el año 2020, aunque muchos especialistas aseguran que esta cifra podría reducirse teniendo en cuanta el gran auge económico que vive el país y la importancia política que esta hazaña significaría.
Hay que destacar que el programa lunar chino tiene un presupuesto de cerca de mil millones de yuanes, es decir 130 millones de dólares. Una cifra realmente exorbitante y que podría considerarse un lujo teniendo en cuenta el grave problema económico que sufre Estados Unidos en la actualidad, problema que ha obligado a la Nasa y al gobierno de Bush a elegir por materia presupuestaria entre el Trasbordador espacial o el Plan de la Luna.
¿Por qué otra vez la Luna?
A todo esto, sorprende esta nueva carrera a la Luna por el hecho tan vehemente con que las potencias quieren volver al suelo lunar, más sobre todo, cuando se ha dicho repetidamente que en la Luna no hay nada utilizable para el hombre.
Por eso cabe preguntarse ¿qué hay en la Luna que produce tantas ambiciones? ¿Qué de utilizable o sorprendente hay allá que las potencias están dispuestas a gastar miles y millones de dólares? ¿Por qué la Luna y no Marte?
Sobre todo porque hay que entender que estos planes no sólo buscan un nuevo ordenamiento en el mundo moderno, sino, además buscan captar recursos o nuevas tecnologías desconocidas aún por el público común necesarias para el futuro de nuestra existencia. Es decir, nadie gastaría tanto dinero sino obtuviera por ello un beneficio próximo.
En cuanto a este último punto, por ejemplo, lo único que se sabe es que China, planearía extraer de la superficie lunar, el denominado Helio 3, que es un combustible de fusión nuclear que sólo puede hallarse en la Luna. Esto sería definitivamente una revolución en la industria y haría de China el único productor de este combustible en el mundo.
Es por este motivo y aquellos otros aún desconocidos, que esta nueva carrera lunar interesa tanto a científicos, políticos, economistas y otros analistas, pues aquel que la gane, así como sucedió con Estados Unidos y Rusia, será a fin de cuentas el que sea la nueva potencia que rija el nuevo orden mundial.
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