HISTORIAS DE GUERRA: LA BATALLA DEL MUNDIAL DE FÚTBOL DE CHILE 62
Partido entre Chile e Italia en la Copa del Mundo de 1962. |
Por Percy Taira
No fue una guerra tradicional,
es decir, no se libró en un campo de batalla entre dos ejércitos enemigos, o tal
vez sí, el escenario de esta batalla fue un campo de fútbol, y los ejércitos,
dos equipos de países sin enemistades históricas: Chile e Italia. El año y el
contexto, el mundial de fútbol realizado en el país sudamericano en 1962.
La historia de la guerra
Era 1962 y Chile era el
organizador de este mundial y en los primeros partidos que se jugaron ya se
veía que los puñetazos y patadas traicioneras, serían parte de ese mundial. En
el segundo partido de esta copa, realizado el 30 de mayo, se enfrentaron la
Unión Soviética y Yugoslavia, países que en ese momento se encontraban en
diferencias políticas insalvables. En ese primer partido, realizado en Arica,
en el que ganó la URSS por dos goles a cero, terminó con una lista de cabezas
rotas, lesiones y fracturas en los jugadores. Una de estas lesiones fue la del ruso Eudard Dubinsky, quien recibió una patada
del jugador Muhamed Mujic que no sólo lo sacó de ese partido, sino que tiempo
después (el golpe le fracturó la pierna y la herida con el tiempo se infectó)
le provocaría la muerte.
El mismo día, a la misma hora,
pero en la capital, Santiago de Chile, se enfrentaban Alemania e Italia,
quienes también protagonizaron otra batalla en el campo de juego. Según El
Mercurio de Chile, “desde el comienzo el partido se constituyó en una riña franca”.
El resultado de ese partido, además del marcador que fue de un empate a cero,
dejó cuatro italianos y cuatro alemanes lesionados. El técnico alemán de ese
entonces, Sepp Herberger, declaró: “Éste ha sido el partido más duro en la
historia del fútbol alemán”.
Y la historia de lesiones
continuó. En el partido entre Checoslovaquia y España, realizado en Viña del
Mar, el jugador Rivella terminó con el pie enyesado y su compañero Reija con
rotura de menisco. Por otro lado, el arquero checo, Scroif, recibió una patada
en la cabeza que quedó inconsciente y el partido se suspendió por cinco
minutos.
Los argentinos y búlgaros,
también participaron de su propia batalla campal. En Rancagua, cinco argentinos
terminaron el partido lesionados, y dos búlgaros quedaron fuera del mundial,
debido a graves lesiones. Otro lesionado famoso en este mundial, fue Pelé,
quien era la estrella de ese momento y que fue lesionado en el encuentro que
Brasil tuvo con Checoslovaquia.
La prensa mundial ya sazonaba
estos partidos con titulares como: “Ensalada de golpes salvajes”, “Extraordinaria
violencia”, “Desagradables batallas campales”. El diario El Mercurio decía lo
siguiente: "La competencia se ha disputado de manera anormal, en cada
partido ha habido varios lesionados, algunos de ellos muy graves en atención a
que, virtualmente, el aspecto deportivo ha sido dejado de lado limitándose todo
a una lucha despiadada".
Tal fue la crueldad con que
muchos jugadores se jugaban la vida en estos encuentros que el viernes primero
de junio, la FIFA (Federación de Fútbol Internacional) se reunión de urgencia
para discutir no sólo la violencia que se estaba viendo en este mundial, sino,
para discutir sobre el mal arbitraje visto, y es que aunque parezca increíble,
ningún jugador fue expulsado por los réferis a pesar del juego brusco evidente,
practicado en estos encuentros.
La batalla de Santiago
Afiche oficial de Chile 62 |
Para entender esto habría que
retroceder algunos días. En los días previos al Mundial, el diario La Nazione
de Florencia, envió a Chile al reportero Corrado Pizzinelli, respetado y
aventurero periodista que luego cubriría conflictos tales como la Guerra de
Vietnam. Junto con él llegó también Anonio Ghirelli, corresponsal del diario
milanés El Corriere Della Sera. Ambos, realizaron un crónica sobre cómo se
vivía en el Chile de los sesentas. Contaron cosas terribles, se centraron en
las carencias y los problemas sociales como eran la pobreza y la prostitución
en el país del sur.
En los artículos, los
periodistas italianos, dijeron cosas como: “En vano los chilenos, como para
consolar a los italianos, dicen que Santiago se parece a Turín [...] Y ello tal
vez para tratar de hacer olvidar la realidad de ésta capital, que es el símbolo
triste de uno de los países subdesarrollados del mundo y afligido por todos los
males posibles: desnutrición, prostitución, analfabetismo, alcoholismo,
miseria… Bajo éstos aspectos Chile es terrible y Santiago su más doliente
expresión, tan doliente que pierde en ello sus características de ciudad
anónima”.
También decían: “Chile es un
símbolo triste de las diferencias humanas y de una vida afectada por todos los
males".
Quizá esta visión de aquel
Chile se debió porque hacía solo dos años atrás, en mayo de 1960, el país del
sur vivió el peor terremoto de su historia (de más de 9 grados en la escala de
Ritcher), algo que seguramente habría acrecentado o empeorado las condiciones
sociales del país, sea como fuere, las crónicas de los italianos causó gran
polémica, para algunos, eran crónicas sociales excelentes, que transmitían a
Europa la realidad de un país sudamericano de esos tiempos, sin embargo, y como
es lógico, los chilenos, cuando se enteraron de la publicación de estas
crónicas, se sintieron ofendidos como nación y, motivados por una campaña
nacionalista impulsada por el gobierno y los medios de comunicación, quisieron
poner en su sitio a ese país, y evidentemente, el partido entre Italia y Chile,
era la ocasión perfecta para dar a
conocer su malestar por lo publicado.
El día de la batalla
Pese a que la selección de
fútbol italiana intentó apaciguar los ánimos con palabras comedidas a la
prensa, con la visita al cementerio para rendir homenaje a los héroes chilenos,
y entrega de claveles blancos a los hinchas y jugadores del partido. La hinchada
y la selección chilena, no dejaron de mostrar en todo momento su desprecio.
El partido dio inicio y el
resultado daba razón a lo que se vivía en las calles y en las tribunas de
Chile. Los golpes en la cancha, que incluían puñetazos y patadas, se produjeron
desde el primer instante, tal fue la gravedad del juego brusco que se dice que
de los primeros 20 minutos, sólo hubo cuatro minutos de juego efectivo, debido
a las paralizaciones por las faltas que se cometían en el campo. Al final, el
triunfo fue para los chilenos 2 a 0, curiosamente, ningún chileno fue
expulsado, casi contrario ocurrió con los italianos, que sufrieron la expulsión
de dos jugadores.
Quizá por ello, el arbitro de
aquel encuentro, el inglés Kenneth George Aston, quien luego sería jefe del
Comité de Árbitros de la FIFA e inventor del sistema de las tarjetas amarillas
y rojas que se usó por primera vez en el mundial 70, fue muy criticado por
diversos comentaristas y periodistas deportivos del mundo y hay quienes sostienen que pitó a favor del local. El presentador
David Coleman de la BBC, calificó el partido como “la más estúpida, horrible, repugnante y
vergonzosa exhibición de fútbol de la historia”. Por supuesto, los chilenos,
estuvieron orgullosos de este triunfo y del valor mostrado por sus
seleccionados quienes dieron una lección, en goles y en golpes, a esa selección
italiana, cuyo país, o por lo menos, medios de prensa de ese país, los habían
ofendido.
Por cierto, se dice que en las
primeras cuatro fechas de este mundial, el número total de lesionados fue 50. También
vale recordar que en esta séptima edición del mundial de fútbol, el campeón fue
Brasil, el segundo lugar fue para Checoslovaquia y el tercer puesto, lo ocupó
Chile, siendo el mejor resultado de una selección de fútbol chileno, hasta la
fecha.
Ahora les dejo el vídeo de cómo
la BBC presentó el partido a cargo del presentador Kenneth G. Aston y un
resumen de aquel partido. Y para los que quieran rememorar o quieran ver
exactamente cómo se libró esta “batalla de Santiago”, les dejo el vídeo del
partido completo.
VER EL RESUMEN DEL PARTIDO
CHILE – ITALIA (MUNDIAL CHILE 62)
VER EL PARTIDO COMPLETO CHILE – ITALIA (MUNDIAL CHILE 62)
Comentarios