Kirsan Ilyumzhinov: El político ruso y la conversación que tuvo con alienígenas de otras dimensiones
Durante décadas, los relatos sobre encuentros con inteligencias no humanas han estado asociados a testigos anónimos o a personajes marginales. Sin embargo, en ocasiones surgen testimonios que rompen ese patrón y generan un impacto mayor por la identidad de quien los narra. Uno de los casos más llamativos es el de Kirsan Ilyumzhinov, un influyente político ruso y figura clave del ajedrez mundial, que asegura haber vivido una experiencia extraordinaria mientras ejercía el poder. Su testimonio, repetido durante años y reafirmado en entrevistas recientes, continúa dividiendo opiniones y alimentando el debate sobre la posibilidad de una presencia no humana observando a la humanidad.
El episodio de Moscú en 1997
Según el propio Ilyumzhinov, el encuentro tuvo lugar en septiembre de 1997, cuando se encontraba en su apartamento de Moscú durante un viaje oficial. Afirma que unos seres extraterrestres lo invitaron a entrar en una estructura brillante y translúcida que lo transportó desde su habitación hasta una gran nave espacial. Dentro de ella, describe un espacio amplio y la presencia de varios seres de apariencia humana, de aproximadamente dos metros de altura, vestidos con trajes amarillos.
Ilyumzhinov asegura que permaneció durante casi un día completo conversando con estos seres de manera calmada. No escuchó voces, sino que recibió la información de forma directa en su mente, una comunicación que más tarde compararía con la transmisión de pensamientos y conceptos sin palabras. Para él, no se trató de un sueño ni de una alucinación, sino de una experiencia vivida con total lucidez.
Los seres no humanos
Ilyumzhinov sostiene que los visitantes se definieron como observadores pacíficos y afirmaron vivir en diferentes dimensiones. Según su relato, le explicaron que la humanidad aún se encuentra en una etapa embrionaria de desarrollo, tecnológicamente avanzada pero espiritualmente inmadura. Criticaron de forma directa la guerra, la destrucción del medio ambiente y la obsesión por el armamentismo, señalando que la humanidad dirige sus mayores esfuerzos a crear herramientas para destruirse a sí misma.
En uno de los intercambios más recordados, asegura haber preguntado por qué no se comunicaban abiertamente con toda la población. La respuesta, según él, fue una comparación contundente. Del mismo modo que los humanos no dialogan con las hormigas, la civilización humana aún no estaría preparada para una comunicación directa. También le habrían dicho que no deseaban interferir en el curso natural del desarrollo humano, pese a observarlo de cerca.
La Conversación
Esta es parte de la interesante conversación que Ilyumzhinov tuvo con estas criaturas.
Kirsan Ilyumzhinov:
“Yo dije, ¿por qué no pueden dirigirse ahora mismo a la gente de la Tierra?”
“Me miraron y dijeron… todavía no han alcanzado el nivel de desarrollo de su civilización necesario para comunicarse con nosotros.”
“Yo dije, ¿cómo que no? Tenemos televisión, internet, naves espaciales.”
“Ellos preguntaron, ¿conversan ustedes con las hormigas?”
“Yo digo, no, aún no hemos aprendido a hablar con las hormigas.”
Los seres le dijeron:
“Vivimos en dimensiones diferentes.”
“El único logro de su civilización es que nosotros los creamos… no solo a los humanos, sino a todo lo que nos rodea.”
“Su único salto civilizatorio es que antes se los comían crudos y ahora los matan, los cocinan y los comen en restaurantes a la luz de las velas.”
“Cada criatura que vive en el universo debe pasar por ciertas etapas.”
“Ustedes todavía se destruyen entre sí.”
“Los creamos aquí, les dimos una tierra hermosa, ríos, lagos y mares, y ustedes la contaminan con desechos industriales, la queman y talan estos bosques.”
“En este momento hay más de 117 conflictos armados en todo el mundo.”
“Son tan hermosos… y, sin embargo, dirigen toda su ciencia y sus esfuerzos a inventar armas para matarse entre ustedes lo más posible.”
“Dijeron que no querían alterar el curso de nuestra civilización.”
Dice Ilyumzhinov:
“En su tiempo, el gran científico ruso Konstantin Tsiolkovski decía que no solo todo el universo, sino incluso nuestra propia galaxia, el sistema solar, está repleto de distintas civilizaciones inteligentes.”
“Y hasta que no superemos nuestro egocentrismo, probablemente esa comunicación no ocurrirá.”
Más testigos
Uno de los elementos que Ilyumzhinov considera clave es la existencia de testigos indirectos. Al día siguiente del presunto encuentro, su jefe de gabinete, su chófer y un ministro llegaron a su apartamento para acompañarlo al aeropuerto. Tras registrar el lugar durante más de una hora, no encontraron señales de que hubiera salido, hasta que apareció de manera repentina en una habitación ya revisada.
Más allá del episodio, el exmandatario afirma que compartió su experiencia con figuras de alto nivel. Sostiene que Boris Yeltsin reconoció estar al tanto del incidente y que Vladimir Putin le pidió detalles precisos, incluyendo su estado físico y mental. También asegura haber hablado extensamente del tema con Henry Kissinger, quien, según su versión, mostró un conocimiento profundo sobre los ovnis y las investigaciones de las agencias de inteligencia durante la Guerra Fría.
Un testimonio que sigue generando debate
A pesar de la repercusión internacional y del renovado interés en redes sociales, las afirmaciones de Kirsan Ilyumzhinov no han sido verificadas de manera independiente. Para muchos, su historia se sitúa en el terreno del testimonio personal extraordinario, mientras que para otros representa una pieza más dentro de un posible panorama oculto de contactos silenciosos entre inteligencias no humanas y figuras clave de la humanidad.
Lo cierto es que el relato destaca por la posición de poder que ocupaba quien lo cuenta y por la coherencia con la que ha sostenido su versión durante décadas, incluso reconociendo los riesgos políticos y personales que implicaba hacerlo público.
Si un líder político en funciones afirmó haber vivido una experiencia así y decidió hablar pese a las consecuencias, ¿qué otros relatos similares podrían permanecer en silencio por miedo al ridículo o al rechazo social?
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