LOS "DESINFORMADORES" DEL MUNDO DEL MISTERIO


Por Percy Taira

Dentro del mundo del misterio, sobre todo aquellos que nos dedicamos a divulgar las noticias relacionados con estos temas, es muy común, que algunas personas comiencen a llamarte o tildarte de "desinformador". Según la primera acepción del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), un desinformador es la persona que da una "información intencionadamente manipulada al servicio de ciertos fines". Al uso, un desinformador, en el mundo del misterio es una comunicador que miente porque trabaja para los intereses ocultos, ya sea de algún gobierno e incluso de sectas o sociedades secretas como los Illuminati.

Es decir, si uno no se come el cuento de que la Reina Isabel II, biológicamente es un reptil encubierto o que su sangre y ADN es distinto al del resto de los seres humanos, es un desinformador. Si uno no apoya la tesis de que el hombre nunca llegó a la Luna, a pesar de todas las pruebas científicas y físicas y el acuerdo de todos los científicos del mundo, incluso de países rivales, digan lo contrario, uno es un manipulador de la información; si uno no difunde las noticias de que un enorme planeta, más grande que Júpiter, al parecer "va a estrellarse" contra la Tierra cada dos años, es un ocultador de la verdad.

Ser un desinfomador, no es lo mismo que tomar una posición sobre determinados temas, así como creer que los chanchos vuelan, no es ser el hombre más informado del mundo. Es solo tomar una posición, crédula o incrédula, sobre los distintos y variados temas que se enmarcan dentro del mundo del misterio. Nada más. Cada uno es libre de creer en lo que quiera creer, pero tildar a los que no creen como uno como mentirosos o desinformadores (y esto va para ambas aceras) es tener una visión muy cercana al extremismo y fundamentalismo, que por lo general, nunca están acompañados de la razón o los argumentos válidos. 

Si uno prefiere creer en la llamada "versión oficial", ya sea de los astrónomos o científicos en determinados temas no quiere decir que uno trabaje para la NASA o la CIA o que sea un Illuminati encubierto, a lo mucho, puedes estar equivocado, pero en ello no tiene que haber algún tipo de interés oculto, que no vaya más allá de la creencia personal.

Ahora bien, de que hay "desinformadores" los hay, y están plenamente reconocidos: son los más entusiastas con los "hallazgos del siglo", los que ponen cualquier titular con tal de tener más seguidores en YouTube y en las redes sociales, o los que dicen que tienen las noticia del milenio o la gran revelación divina del próximo meteorito y demás... por supuesto, nunca pasa nada. La gente, los periodistas, los investigadores, los divulgadores, responsables, que mantienen una posición sanamente escéptica sobre estos temas, saben que esa gente son los verdaderos desinformadores: ¿recuerdas quién te dijo que Nibiru se iba a estrellar en el 2012 o que en esa fecha se iba acabar el mundo? No, nadie los recuerda, pero vuelven, y vuelven con sus pronósticos alucinados que nunca se cumplen. Pero curiosamente, repito, son los seguidores de los primeros, los que llaman "desinformadores" a los segundos.

Este post sirve para aclarar que en Expediente Oculto no somos "desinformadores", a la letra, no damos "informaciones intencionadamente manipulada al servicio de ciertos fines". Si damos una información, es porque nos parece importante y de interés para que sea compartida entre nuestros lectores; si tomamos una posición es porque honestamente es nuestra posición personal, es decir, no estamos bajo el servicio de ningún grupo o interés oculto, salvo el propio. Por otro lado, siempre hemos tratado de colocar en cada artículo, la posición contraria a nuestra posición y dejar que cada cual saque sus propias conclusiones al respecto. Tal es así, que aceptamos colaboraciones de amigos lectores que incluso pueden contradecir las opiniones que nosotros como blog hemos vertido, pues así como nuestros lectores no necesariamente comparten la opinión del blog, tampoco nuestros colaboradores o lectores, comparten la nuestra, y eso es libertad de información y por ende, de opinión. Digan que nos equivocamos o que metimos la pata en cierta información, y puede pasar, lo hemos hecho y siempre que ha pasado, lo hemos dicho, reconocido y rectificado, pero no nos digan "desinformadores", eso no somos.

Siempre he pensado que prefiero conversar con un hombre que ha leído dos libros con distintas visiones sobre un mismo tema, que con un hombre que ha leído mil veces un solo libro que trata sobre un solo tema. Expediente Oculto quiere ser simplemente ese libro de más que usted amigo lector, va a leer en su búsqueda personal de la verdad, porque si en algo somos (soy) consciente, es que toda verdad, es una búsqueda personal, no hay ningún blog, ni página web, ni mentor, ni gurú, que se la revele.






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