LAS MUERTES MÁS EXTRAÑAS Y TONTAS DE EMPERADORES Y REYES DEL MEDIOEVO

Ilustración del accidente del príncipe Felipe de Francia.


En este post compartimos con ustedes seis historias sobre algunas de las muertes más extrañas y tontas de algunos emperadores, reyes y líderes del mundo antiguo.


1. EL PRÍNCIPE QUE MURIÓ POR UN CERDO

Felipe era el hijo y nombrado sucesor del rey Luis VI de Francia. Falleció en el año 1131 d.C., mientras paseaba con su caballo por las calles de París. Se dice que mientras estaba en ese paseo un cerdo apareció de pronto delante de su caballo, el animal se asustó provocando la caída del príncipe. Este quedó muy mal herido con varios miembros fracturados, lo que le produjo la muerte al día siguiente.


2. LA MUERTE POR UNA MORDIDA

Sigurd el Poderoso era un líder vikingo que gobernó alrededor de 875 al 892 como segundo jarl de las Orcadas. Pues bien, este hombre, tuvo una gran batalla con el líder escocés Máel Brigte. Sigurd lo venció y luego de su victoria, decidió cortar su cabeza y llevársela como una especie de trofeo. Para trasladarla, la ató a la silla de su caballo. El caudillo vikingo no sabía que aquel acto de vanidad iba a ser el inicio de su tragedia. Mientras cabalgaba, los dientes de la cabeza inerte de Máel iban golpeando y rozando la pierna de Sigurd, al final, aquel roce dejó varias heridas las mismas que luego se infectaron provocando poco tiempo después su muerte. Este líder vikingo falleció en el año 892.


3. EL PAPA QUE MURIÓ POR TRAGARSE UNA MOSCA

Otro caso curioso es el del Papa Adrian IV, que gobernó la Iglesia Católica desde 1154 a 1159. Este Papa sufría de un tipo de amigdalitis que le provocaban la secreción de pus en la boca. Un día, el Papa tomó un sorbo de vino pero no vio que dentro de la copa había una mosca. Al final bebió el vino con la mosca y este insecto junto con la pus que tenía en la garganta, terminó por asfixiarlo. El Papa murió en el año 1159 a los pocos segundos.

Algunos sostienen que no bebió vino si no que bebió agua de una fuente ubicada en el pueblo de Agnani (Italia). Sin embargo en lo que todos coinciden es en el tema de la mosca y la asfixia.


4. LA MUERTE DE UN CRUZADO POR CULPA DE UN ENANO

Enrique II Conde de Champagne y rey de Jerusalén, fue uno de los más importantes líderes de las Cruzadas europeas. 

Pues bien, este rey no murió en una de las tantas batallas en la ciudad santa sino que falleció al caerse de una de las ventanas del primer piso de su palacio en Acre (Israel). Pero eso no fue todo, junto a él estaba un enano sirviente llamado Scarlet que al ver la caída del rey, intentó salvarlo pero debido a que el rey era mucho más pesado que él, este también se precipitó al suelo y cayó encima del monarcar.

Algunos consideran que el rey quizá hubiera sobrevivido si solo hubiera sufrido la caída y no el golpe que sufrió por la caída del enano.

Esto se dice en una crónica de la época.

"Él estaba apoyado en la barandilla de una ventana mirando hacia abajo. Las barandas cedieron y cayó al suelo. Su enano, asustado y angustiado, cayó también y cayó encima de él. se decía que si el enano no hubiera caído sobre él, tal vez no habría muerto tan pronto".

Enrique II murió en 1197.


5. EL EMPERADOR QUE MURIÓ ARRASTRADO POR SU CABALLO

Durante un día de caza, el emperador bizantino, Basilio I, tuvo un accidente sumamente extraño. Se dice que el grupo de caza se encontró con un ciervo en el camino, y de alguna manera, la cornamenta de este se enganchó con el cinturón del emperador. 

El ciervo se echó a correr arrastrando al emperador unos 25 kilómetros por el bosque. Al final, fue salvado por un asistente que soltó las amarras con un cuchillo, sin embargo, el emperador creyó que lo habían intentado matar y condenó a su salvador a muerte. Pocos días después, el 29 de agosto de 886, Basilio I moriría por las graves heridas y dolencias que le dejó aquel accidente .


6. EL REY QUE MURIÓ DE RISA

Un día de 1410, Martín "El Humano", rey de Aragón y Sicilia, tenía una grave indigestión luego de comerse un ganso entero. Se dice que entonces llamó al bufón de la corte y le preguntó en dónde había estado. Este le dijo: "Estaba en el viñedo cercano, cuando vi a una joven ciervo colgando de su cola de un árbol, como si alguien lo hubiera castigado por robar higos".

El rey comenzó a reír de manera incontrolable hasta que murió. Al parecer, la combinación de indigestión y la risa, lo mató.




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