El LHC ¿la máquina de Dios o el inicio del Fin del Mundo?
EL LHC ¿LA MÁQUINA DE DIOS O EL INICIO DEL FIN DEL MUNDO?
El pasado miércoles 10 de septiembre, en la India, una adolescente de 17 años, de nombre Chayya, tomó la terrible decisión de suicidarse. La noticia, hubiera ciertamente pasado desapercibida si no fuera por el motivo que impulsó a la joven a tomar tan fatídica decisión: la puesta en marcha del polémico Gran Colisionador de Hadrones (también denominado LHC) y que según la niña, sería la máquina que iniciaría nada menos los eventos del Fin del Mundo.
Así también los medios de prensa, que ya habían bautizado a este gran experimento como la “Máquina de Dios”, daban a su vez la noticia de que en varios puntos del globo diversas agrupaciones desde ambientalistas hasta religiosos, habían comenzado ya a alzar su voz de protesta asegurando los primeros, que el artefacto traería graves consecuencias a futuro para el medio ambiente (e incluso provocar un agujero negro que supuestamente engulliría al planeta), y los segundos, que el simple hecho de buscar la “partícula divina” era una ofensa directa hacia Dios.
¿Pero qué es en verdad la LHC?
De manera sencilla, puede decirse que el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) es un gran acelerador de partículas con forma de anillo gigante de unos 27 km de diámetro ubicado a unos 100 metros bajo el suelo entre la frontera de Francia y Suiza. Su principal objetivo es responder, a través del choque de dos haces de protones que rayan la velocidad de la luz, las cuatro preguntas fundamentales para la física que hasta el momento no han podido ser respondidas.
1) ¿Existe la llamada materia negra y la energía oscura? Esto debido a que según los científicos todo aquello que vemos, desde una minúscula pulga hasta una galaxia, está formado de materia, la misma que sólo constituye el 4% del Universo. El resto, es decir el 96%, se estima, está compuesto por algo llamado “materia negra” y “energía oscura”. Esto busca ser comprobado.
2) ¿Por qué no hay antimateria en la naturaleza? La antimateria es la materia pero con una carga eléctrica opuesta. Cuando la materia y la antimateria se encuentran estas tienden a destruirse automáticamente, transformándose así en energía, sin embargo, contrariamente a esto, cuando se creó el Universo, si bien se realizó este mismo choque una pequeña porción de materia subsistió por encima de la antimateria. Debido a que el LHC es una fábrica de antimateria, se pretende entender por qué la naturaleza favorece o favoreció la existencia de una sobre otra.
3) ¿Cómo era la materia en el primer segundo de la creación del Universo? Esto se sabrá con experimentos que reproducirán las condiciones que existieron segundos después del Big Bang, y que según la teoría científica, dio origen a todo lo que somos.
4) Y por último, ¿Qué es la masa?, que está destinada a entender por qué algunas partículas tienen peso y otras, como los fotones, no. La hipótesis más aceptada es la del “bosón de Higgs” (en honor al científico Peter Higgs quien en los setenta la propusiera), o también llamada, la “partícula divina”, que es aquella que le da forma a todo lo que se ve pero que hasta el momento no ha sido vista por ningún científico.
Tal es la importancia de esta partícula que según el profesor asociado de física del Departamento de Ciencias de la Universidad Católica, en declaraciones dadas a la revista Somos, de El Comercio, Alberto Gago, considera que si el LHC es incapaz de encontrarla tendrían que cambiarse todo el modelo estándar conocido hasta el momento por la ciencia. Por su parte, el afamado científico, Stephen Hawking, ha asegurado que la posibilidad de encontrar esta partícula es imposible y ha apostado cien dólares a que ésta nunca será descubierta.
Hawking asegura que el no encontrar el bastón de Higgs sería mucho más excitante que el hallarlo debido a que “demostraría que algo está mal y que necesitamos pensar de nuevo muchas cosas”.
El LHC ¿Un esfuerzo justificado?
Por su parte, muchos han cuestionado que justamente siendo este un experimento tan riesgoso y la vez de resultados tan poco “prácticos” para la humanidad, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) promotora del proyecto haya gastado en él cerca de 6 mil millones de dólares (cifra equivalente a unas 450 millones de hamburguesas McDonald) sólo para satisfacer la curiosidad del hombre.
Sin embargo, los defensores del experimento explican que este proyecto sólo puede ser comparado con la llegada del hombre a la Luna, y si bien hoy en día no puede verse la utilidad práctica en la sociedad actual, ésta podrá verse en el futuro. Como ejemplo, se sabe que el LHC cuenta con una tecnología que le permite almacenar datos de 700 MB por segundo, la mismas que es “quemada” gracias a un sistema llamado GRID que reemplaza de manera increíble el peso de cerca de 20 km de CD’s apilados para contener tal cantidad de información.
Para el profesor Gago, las potencias del mundo siempre han destacado por su inversión en la ciencia y tecnología muchas veces sin preguntarse “y esto para qué sirve”, pues están convencidos que vendrán luego personas que verán qué se puede hacer con esa tecnología. “Algo así pasó con el láser. Cuando lo descubrieron nadie sabía para qué servía y mira qué pasó”.
Así también los medios de prensa, que ya habían bautizado a este gran experimento como la “Máquina de Dios”, daban a su vez la noticia de que en varios puntos del globo diversas agrupaciones desde ambientalistas hasta religiosos, habían comenzado ya a alzar su voz de protesta asegurando los primeros, que el artefacto traería graves consecuencias a futuro para el medio ambiente (e incluso provocar un agujero negro que supuestamente engulliría al planeta), y los segundos, que el simple hecho de buscar la “partícula divina” era una ofensa directa hacia Dios.
¿Pero qué es en verdad la LHC?
De manera sencilla, puede decirse que el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) es un gran acelerador de partículas con forma de anillo gigante de unos 27 km de diámetro ubicado a unos 100 metros bajo el suelo entre la frontera de Francia y Suiza. Su principal objetivo es responder, a través del choque de dos haces de protones que rayan la velocidad de la luz, las cuatro preguntas fundamentales para la física que hasta el momento no han podido ser respondidas.
1) ¿Existe la llamada materia negra y la energía oscura? Esto debido a que según los científicos todo aquello que vemos, desde una minúscula pulga hasta una galaxia, está formado de materia, la misma que sólo constituye el 4% del Universo. El resto, es decir el 96%, se estima, está compuesto por algo llamado “materia negra” y “energía oscura”. Esto busca ser comprobado.
2) ¿Por qué no hay antimateria en la naturaleza? La antimateria es la materia pero con una carga eléctrica opuesta. Cuando la materia y la antimateria se encuentran estas tienden a destruirse automáticamente, transformándose así en energía, sin embargo, contrariamente a esto, cuando se creó el Universo, si bien se realizó este mismo choque una pequeña porción de materia subsistió por encima de la antimateria. Debido a que el LHC es una fábrica de antimateria, se pretende entender por qué la naturaleza favorece o favoreció la existencia de una sobre otra.
3) ¿Cómo era la materia en el primer segundo de la creación del Universo? Esto se sabrá con experimentos que reproducirán las condiciones que existieron segundos después del Big Bang, y que según la teoría científica, dio origen a todo lo que somos.
4) Y por último, ¿Qué es la masa?, que está destinada a entender por qué algunas partículas tienen peso y otras, como los fotones, no. La hipótesis más aceptada es la del “bosón de Higgs” (en honor al científico Peter Higgs quien en los setenta la propusiera), o también llamada, la “partícula divina”, que es aquella que le da forma a todo lo que se ve pero que hasta el momento no ha sido vista por ningún científico.
Tal es la importancia de esta partícula que según el profesor asociado de física del Departamento de Ciencias de la Universidad Católica, en declaraciones dadas a la revista Somos, de El Comercio, Alberto Gago, considera que si el LHC es incapaz de encontrarla tendrían que cambiarse todo el modelo estándar conocido hasta el momento por la ciencia. Por su parte, el afamado científico, Stephen Hawking, ha asegurado que la posibilidad de encontrar esta partícula es imposible y ha apostado cien dólares a que ésta nunca será descubierta.
Hawking asegura que el no encontrar el bastón de Higgs sería mucho más excitante que el hallarlo debido a que “demostraría que algo está mal y que necesitamos pensar de nuevo muchas cosas”.
El LHC ¿Un esfuerzo justificado?
Por su parte, muchos han cuestionado que justamente siendo este un experimento tan riesgoso y la vez de resultados tan poco “prácticos” para la humanidad, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) promotora del proyecto haya gastado en él cerca de 6 mil millones de dólares (cifra equivalente a unas 450 millones de hamburguesas McDonald) sólo para satisfacer la curiosidad del hombre.
Sin embargo, los defensores del experimento explican que este proyecto sólo puede ser comparado con la llegada del hombre a la Luna, y si bien hoy en día no puede verse la utilidad práctica en la sociedad actual, ésta podrá verse en el futuro. Como ejemplo, se sabe que el LHC cuenta con una tecnología que le permite almacenar datos de 700 MB por segundo, la mismas que es “quemada” gracias a un sistema llamado GRID que reemplaza de manera increíble el peso de cerca de 20 km de CD’s apilados para contener tal cantidad de información.
Para el profesor Gago, las potencias del mundo siempre han destacado por su inversión en la ciencia y tecnología muchas veces sin preguntarse “y esto para qué sirve”, pues están convencidos que vendrán luego personas que verán qué se puede hacer con esa tecnología. “Algo así pasó con el láser. Cuando lo descubrieron nadie sabía para qué servía y mira qué pasó”.
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