LEONARDO DA VINCI Y SUS PROFECÍAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO, EL FIN DEL MUNDO Y OTROS TEMAS
Por Percy Taira
En las más de siete mil
páginas que dejó el genio del Renacimiento, Leonardo da Vinci (1452-1519) no
solamente se encuentran los borradores de sus dibujos, los estudios sobre los
animales y la naturaleza, las estructuras de sus inventos bélicos, científicos
o ideas arquitectónicas, también encontramos textos curiosos como pensamientos
filosóficos, cuentos e incluso, chistes y adivinanzas creados por el propio
Leonardo. Y además, dentro de estos
textos encontramos otros pocos conocidos o divulgados por los investigadores de
florentino, se trataría de sus profecías. Planteamientos que Da Vinci realiza
sobre lo que él creía sería el futuro de nuestro mundo.
Antes de continuar, quisiera
advertir que en Internet se encuentran un sinfín de profecías atribuidas a la
Leonardo da Vinci. En este artículo sólo voy a compartir aquellas que he podido
confirmar su autenticidad consultando la propia obra del artista y de sus
biógrafos. Esto, debido a que hay muchas citas apócrifas en distintos blogs,
webs y canales de YouTube.
El fin del mundo debido al Cambio climático
Una de las mayores
preocupaciones y pasiones de Da Vinci, y que se ven reflejadas claramente en
sus textos, es la naturaleza. En gran parte de su vida, Da Vinci no sólo se
dedicó a comprender a la naturaleza y a sus criaturas sino también a copiarla.
Para él, el artista, el arte de la pintura, radicaba en imitar los efectos y la
creación de la naturaleza. Por eso, no resulta difícil de comprender que para
él, el fin del mundo y de la humanidad no sería a través de guerras
apocalípticas como era usual en la gente de su época, o tampoco debido a
grandes hambrunas y pandemias, como vivió la Europa generaciones anteriores a
la de él con la Peste Negra. Para Leonardo da Vinci, la extinción del hombre y
del mundo, sería provocado por la acción de la naturaleza (fenómenos naturales)
y por la acción del hombre en contra de ella. Sí, algo de lo que en estos
tiempos ya es toda una realidad.
En uno de sus tantos textos
consignados en el llamado Códice Arundel, Leonardo da Vinci escribió lo
siguiente:
“Los ríos perderán su caudal,
el fértil suelo dejará de brotar sus gráciles frondas, los campos perderán el
adorno de las plantas renovadas; los animales no encontrando frescas hierbas
que pacer, morirán […]. Abandonada así la fértil y fructuosa Tierra, se tornará
estéril y árida. No obstante, gracias al humor acuoso (encerrado en su
vientre), y por obra de la vivaz naturaleza, continuará manifestando algo de su
virtud productiva, hasta que, desaparecida la acción del aire sutil y frío, el
fuego la consuma; su superficie se cubrirá entonces de cálidas cenizas, y este
será el fin de la vida terrestre.”
Da Vinci nos muestra acá una
realidad que bien podría ser de nuestro tiempo. Nos dice que primero habrá en
el mundo grandes sequías, luego, los campos dejarán de producir los alimentos,
con ellos los animales morirán. Luego nos habla de un fin del mundo de “frío”
(¿Efecto invernadero?) y “fuego” (¿calentamiento global?) y con ello, el fin de
la existencia humana.
El biógrafo estadounidense
Walter Isaacson, en su obra Leonardo da
Vinci. La biografía, recoge un episodio en la vida del renacentista que
puede darnos una idea más clara del porqué Da Vinci consideraba, a diferencia
de otros profetas antiguos o de su época, que la naturaleza sería la
responsable del fin de la humanidad.
Cuenta Isaacson, que cuando
Leonardo tenía alrededor de veinte años decidió explorar por las afueras de
Florencia se encontró una gran cueva
cuyo interior estaba en completa oscuridad. Dice Leonardo: “Tras recorrer
cierta distancia entre sombrías rocas, llegué a la entrada de una gran caverna,
frente a la cual permanecí asombrado, […] y me incliné varias veces en una y
otra dirección para intentar atisbar algo allí dentro; al impedírmelo la gran
oscuridad interior, más tarde surgieron en mí de repente dos emociones, miedo y
deseo: miedo a la amenazante y negra gruta; deseo de ver si había alguna
maravilla en su interior”.
Al final, la curiosidad de
Leonardo y sus deseos desbordantes por conocer todo de todo, pudo más e ingresó
a la cueva. En ella, vio para su sorpresa y espanto, en una de las paredes de
la cueva, los restos fósiles de una ballena. Escribió en sus notas: “Oh,
poderoso y antaño animado instrumento de la artificiosa naturaleza, de nada te sirvió
tu gran fuerza”. Esta imagen fue muy poderosa para Leonardo. Es entonces que
más que un Armagedón lo que él más temía, era un gran diluvio que acabaría con
toda vida sobre el Planeta.
Culpa del hombre
Pero la visión sombría de
Leonardo no es responsabilidad exclusiva del hombre. En otra profecía nos habla
sobre la responsabilidad del hombre en este final.
“Se verán seres sobre la
tierra que estarán siempre luchando unos contra otros ocasionando grandes
pérdidas y muertes de ambos lados. La malicia no tendrá límite y derribarán
árboles y selvas. Cuando ya estén hartos de los alimentos, repartirán muerte,
aflicción, terror y sufrimiento a cualquier tipo de criatura. Su orgullo
limitado les llevará a querer llegar hasta el cielo, pero su peso excesivo los
mantendrá aquí. Nada de lo que hay en la tierra quedará sin ser perseguido y
estropeado. Los cuerpos se convertirán en tumbas, verán personas luchando unos
contra otros con muchas pérdidas y muertes”.
La ambición, la depredación de
los recursos naturales y la violencia excesiva, será parte importante de esta
extinción. “Nada de lo que hay en la tierra quedará sin ser perseguido y
estropeado”. Nos dice, hablando de la capacidad destructiva del hombre. Y para aquellos que creen que podamos tener
otra vida más allá de la este planeta, Da Vinci nos lanza una advertencia: “Su orgullo limitado les llevará a querer
llegar hasta el cielo, pero su peso excesivo los mantendrá aquí“. Hasta la
fecha, el hombre ve como una posibilidad la conquista de otros planetas como
Marte para evitar nuestra extinción, sin embargo, hasta la fecha, la tecnología
para lograr tamaño viaje de manera rápida y segura, no ha logrado ser concebida
y algunos dicen, que con la tecnología actual, basada principalmente en los
combustibles fósiles, el viaje masivo de seres humanos de la Tierra al planeta
rojo resulta imposible.
Otras profecías
Pero Leonardo también
profetizó sobre otros aspectos de la vida del hombre. Aquí una lista de estas
profecías. Como mencioné líneas arribas, en Internet hay muchas profecías
apócrifas de Da Vinci, las que relato, son aquella que he podido confirmar con
los textos propios de Da Vinci.
Sobre el modo de vida
-
De los hombres que duermen en tablas hechas de
árboles. Los hombres dormirán, comerán y harán sus viviendas entre los árboles
que crecen en las selvas y en los campos.
-
Se verán a los árboles del Monte Tauro, del
Sinaí, del Atlas y de los Apeninos, atravesar el aire desde Oriente a
Occidente, para transportar muchos seres humanos. ¡Cuántos augurios, muertos,
separaciones de amigos! Cuántos de ellos no volverán a su patria, muriendo
insepultos, dejando sus huesos en diversos lugares del mundo. (¿Aviones?)
-
Muchos niños serán maltratados sin piedad por
sus mismas madres, tirados por tierra y después mutilados.
Sobre la religión
-
Muchos que profesan la fe del Hijo sólo
construyen templos en honor de la Madre.
-
Habrá muchos que abandonarán el trabajo y la
pobreza de vida y bienes para vivir en la riqueza de espléndidos edificios,
pregonando ser ese el camino para ser más aceptables a Dios.
Sobre los grandes cañones
escondidos bajo el suelo y en las fosas.
-
De la profundidad de la tierra saldrá aquello
que con su ruido aterrador aturdirá a todos los que están cerca, y con su
resuello matará hombres y destruirá castillos. (¿Misiles?)
Tecnología:
-
Los hombres caminarán sin moverse, hablarán con
los que no están presentes y oirán a los que no hablan. (¿Las telecomuncaciones
actuales?)
Y si bien hay profecías que
parecen que nos hablan de un mundo que ya vivimos, hay otras a las que aún no
hemos llegado… ¿o quizá sí? En esta nos dice:
"Hablarás con toda clase
de animales y ellos contigo un lenguaje humano”. ¿Será posible?
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