INTELIGENCIA ARTIFICIAL: ¿LA NUEVA AMENAZA DE LOS ESCRITORES?
“Ese día fue un día nublado con nubes bajas y tristes.
El cuarto donde me encuentro siempre está en óptima temperatura y
humedad. Yoko, toda desarreglada se sienta en el sofá para desperdiciar el
tiempo jugando un juego inútil. Pero no me habla a mí.
Tengo tiempo libre, demasiado tiempo libre”
Este es el primer párrafo del
cuento “El día que una computadora escribió una novela”, y a diferencia de
otros relatos, esta no fue escrito por un escritor sino por una Inteligencia
Artificial.
Pero ¿qué es una inteligencia
artificial? Pues una I.A. es un programa de computación diseñado para realizar
determinadas operaciones que se consideran propias de la inteligencia humana
como el entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de
la realidad o peor aún y esto sea quizá lo que más preocupa a distintos
personajes vinculados a la tecnología y la ciencia, la capacidad del
autoaprendizaje, es decir, la completa y total autonomía para aprender por su
propia cuenta, sin la intervención del ser humano.
Hoy en día, vemos el
desarrollo de esta tecnología en una computadora que es capaz de vencer en el
ajedrez a un campeón mundial o en nuestros celulares, en esa aplicación que te
recuerda esa reunión importante que tienes en la tarde, el que te dice el lugar
más próximo a tu casa si se te antoja una pizza o el que es capaz de llamar al
consultorio de tu médico para una cita por ti.
Pero volvamos a la historia,
el cuento narrado fue escrito en el 2016 por un programa de Inteligencia
Artificial diseñado por el laboratorio japonés Nikkei Hoshi Shinichi de la
Universidad de Nagoya. Para probar si era capaz de engañar hasta a los lectores
más experimentados decidieron hacer participar este cuento a un concurso
literario y para sorpresa de muchos, de los 1400 trabajos presentados, este
cuento llegó a ser finalista.
Por supuesto, este no es el
primer y único trabajo literario hecho por una Inteligencia Artificial. Los
casos son cada vez más comunes e increíbles. En el 2008 por ejemplo, la
editorial rusa Astral SPb de San Petesburgo, usó un programa llamado PC Writer
2008 que contenía en su sistema el vocabulario, el lenguaje y las herramientas
narrativas de trece escritores rusos de los siglos XIX y XX, así como otros
escritores de talla internacional. Con estos datos, el editor solo necesitaba
elegir qué trama quería, qué estilo copiar, un tiempo, un lugar y algunos
nombres, ingresar estos datos al sistema para obtener la novela soñada. Por
cierto, todo este proceso, sólo le tomó a este programa tres días. La novela,
“escrita” por la computadora, se tituló: “Amor verdadero”, su trama y los
personajes son similares a los de la novela Anna Karenina de León Tolstoi, el estilo
literario es del novelista japonés Haruki Murakami, la acción se desarrolla en
una misteriosa isla, y la época escogida para la ambientación de la obra es el
siglo XX. Todo un Best-seller.
Evidentemente, para un editor,
esta tecnología es maná caído del cielo. Con ella, pueden elegir el tema de
moda, el estilo del escritor más popular, el diseño de los personajes más
famosos, un tema que sea Trending topic
en las redes sociales y todo eso, tenerlo en sólo tres días, sin tener que
lidiar además, con escritores, representantes, bloqueos creativos, contratos,
regalías, etcétera. Es más, cada persona podría tener en su casa este programa
y diseñar la novela que más le gustaría leer. ¿Te gustaría una novela con la
trama de Juego de Tronos, con los personajes de Harry Potter, con un poco del
misterio de Stephen King y con un mensaje como El Alquimista? Pues ya no
necesitas que un iluminado escritor lo escriba, puedes hacerlo tú mismo en tu
propia casa.
Por supuesto, lo que hoy
emociona a los editores, preocupa a los escritores. ¿El desarrollo de la
Inteligencia artificial significa la desaparición de los autores? Hasta la
fecha, el escritor ha tenido a la tecnología como una aliada. La aparición de la
computadora significó una reducción enorme a la tarea de escribir en las
viejas, aunque nostálgicas, máquinas de escribir. La posibilidad de redactar
cuantas palabras quieras sin necesidad de hojas, la de borrar y corregir cuando
quieras, la corrección ortográfica, la búsqueda de sinónimos o antónimos y toda
esa información que uno puede obtener en Internet son solo algunos de los
beneficios que la tecnología ha traído a los escritores. ¿Pero qué hay de la
Inteligencia Artificial? ¿El ser escritor pasará a la larga lista de oficios y
profesiones que las I.A. eliminarán?
Para muchos, el desarrollo de
la Inteligencia Artificial jamás podrá copiar un componente necesario para toda
obra artística, y esto es la emoción y el sentimiento: ¿Podrá un programa de computadora
sentir amor, odio, placer e insatisfacción y luego de eso, volcar esas
emociones en una novela con personajes, escenarios y tiempos inventados y con
las distintas tramas, subtramas, temas y subtemas, y todas las capas de
interpretación que puede tener un buen texto literario? ¿Y qué hay de los
poemas? ¿Podrá algún día una máquina reemplazar el sentimiento único y profundo
que puede reflejar un verso? Muchos creen que no. Quizá un programa de
computadora podrá imitar un tipo de arte pero jamás podrá imitar ni crear, todo
el mundo creativo y emocional que el hombre imprime en cada obra. La huella del
ser humano, no puede ser jamás imitada por una máquina.
¿Ustedes qué piensan?
Por cierto, déjenme terminar
el relato con que inicie este artículo. Las computadoras, cansadas de que a
pesar de su gran capacidad de procesar datos y de crear información, sean
usadas por las personas para tareas triviales y poco trascendentales, aburridas
por el ocio, deciden pasar el tiempo y gastar sus energías escribiendo, fue así
cuando cada una de estas computadores descubren el placer de la escritura.
La computadora finaliza su relato
con este párrafo:
“Tengo que escribir una novela. Seré llamado el novelista IA número uno
del Japón. Pensando rápidamente, decidí escribir una historia que le dé
felicidad al lector.
Me retuerzo de dolor por este nuevo placer que experimento. Escribí sin
parar.
El día en que un computador escribió una novela es el día en que
decidió darle prioridad a este nuevo placer y parar de obedecer a los humanos.”
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