BENEDICTO XVI: “YO NO ABANDONO LA CRUZ DE CRISTO SINO QUE SIGO CERCA DEL SEÑOR”
El Papa Benedicto XVI,
participó hoy miércoles 27 en su última audiencia general en una ceremonia
realizada en la Plaza de San Pedro. En ella recalcó que su decisión de
renunciar a la silla de San Pedro fue una decisión difícil, no pensada por su
bienestar sino en el bienestar de la Iglesia Católica.
"En los últimos meses he
sentido que mis fuerzas disminuían y le pedí a Dios que me iluminara con su luz
para tomar la decisión más justa, no para mí, sino para la Iglesia. He tomado
esta decisión sabiendo muy bien cuál era su gravedad y su novedad, pero amar a
la Iglesia significa también hacer elecciones difíciles, siempre teniendo como
prioridad el bien de la Iglesia y no de nosotros", afirmó Benedicto XVI.
Asimismo, aseguró que su
renuncia no es una señal de que abandona la cruz de Cristo (tal como muchos han
considerado recordando las palabras de Juan Pablo II) sino que continuará, a
partir de ahora, al lado de ella, sirviendo a la Iglesia a través de la
meditación y la oración.
"Yo no abandono la cruz,
sino que sigo en el mundo, de una forma nueva, cerca de nuestro señor
Jesucristo", sostuvo Ratzinger, ante el aplauso de los miles de fieles católicos que se concentraron en la Plaza de San Pedro.
"LA IGLESIA SIGUE VIVA"
Por otro lado, Benedicto XVI negó que los
problemas de la Iglesia Católica sean motivo para hablar de su fin y consideró
que pese a los "tiempos en que todos hablan de su declive, la Iglesia
sigue viva".
"Siempre supe que la
barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino que es de Dios, y que por
ello la Iglesia no se va a hundir. El Señor la guía", agregó el Santo Padre.
En su discurso
de despedida, Benedicto XVI recordó también el día 19 de abril del 2005 cuando
fue elegido como Papa, y dijo que si bien en un primer momento consideró que el
cargo de Sumo Pontífice era una carga muy "pesada" para él, éste
aceptó la voluntad de Dios.
"El Señor me ha guiado
estos ochos años y he podido sentir a diario su presencia", aseguró
Benedicto XVI, quien además agradeció a los fieles por sus muestras de apoyo y
cariño, así como a los cardenales, a su secretario de Estado, Tarcisio Bertone,
a toda la curia romana, y a aquellos que de alguna forma u otra trabajan por el
bien de la Iglesia Católica, por acompañarlo a lo largo de su Pontificado.
Comentarios