EL OTRO 21 DE DICIEMBRE: LA PROFECÍA DE DOROTHY MARTIN
Por Percy Taira
Dorothy Martin. |
Estamos ad portas del 21 de
diciembre del 2012 y a la espera de que se cumpla la tan mencionada profecía
Maya. A pesar de que muchos investigadores, especialistas y arqueólogos
conocedores del mundo Maya, han señalado que esta interpretación del Fin del
Mundo para este diciembre es un engaño, muchos aún creen en este supuesto
vaticinio y esperan con ansias, aunque también con temor, este día en el
calendario.
Pues bien, en este blog
siempre nos hemos mantenido escépticos ante la profecía Maya, por las opiniones
que hemos mencionado, pero también porque, como hemos publicado en otros
artículos, las fechas del fin del mundo han circulado el planeta desde siempre,
y por supuesto, nunca se han cumplido.
En este post queremos
compartir con todos ustedes amigos de Expediente Oculto, un hecho, una
profecía, que curiosamente también ponía como fecha el 21 de diciembre para el
fin de los tiempos, y que falló en todos los aspectos anunciados.
Cuando las profecías fallan
En 1956 los psicólogos León
Festinger, Henry Riecken y Stanley Schachter, publicaron un libro titulado When Profecy
Fails (Cuando las profecías fallan) en el que no sólo analizaban las profecías
fallidas dichas por supuestos profetas hasta ese entonces, sino que también a
las personas que creían en ella, y en el supuesto profeta, incluso si este
hubiera fallado en su predicción.
Es así como dieron a conocer a
un pequeño grupo apocalíptico liderado, por Dorothy Martin, un ama de casa, nacida
en Chicago, en los Estados Unidos, pero que en un momento dado, señaló que
había tenido un contacto extraterrestre con seres de un planeta desconocido
llamado Clarión, a través de la llamada escritura automática.
Pues bien, estos seres le
advirtieron a Martin que el mundo iba a acabar el 21 de Diciembre de 1954. Marin
de inmediato corrió la voz y de pronto tenía una serie de seguidores que
creyeron en sus palabras. Dorothy Martin compartió entonces con ellos lo que
estos seres le habían dicho, que si querían ser salvados, debían reunirse un
día antes del gran cataclismo mundial y esperar hasta las 12 de la madrugada en
punto, en un lugar específico para que puedan ser rescatados por una nave
espacial. Pero eso no es todo, los creyentes tenían que dejar todo lo que
tenían para que realmente fueran salvados, es decir, dejar el trabajo, los estudios,
objetos personales e incluso parejas y cónyuges.
Pues bien, el día 20 llegó, los
seguidores y la propia Dorothy Martin se prepararon para este increíble y
terrible evento. Se juntaron en un lugar específico (fuera de la casa de la
profeta) y decidieron esperar que dieran las 12 para ver la llegada de aquella gran nave extraterrestre que los
salvaría.
Además de las posesiones que
tenían que dejar para ser salvados, la profeta también les indicó que para
subir a la nave no tenían que llevar consigo ninguna prenda de metal, es así
como los seguidores se despojaron también de algunas prendas como correas,
cierres, e incluso, los sujetadores en el caso de las mujeres.
Llegó el 21 de diciembre
Llegó la noche del 20, llegó la
medianoche del 21, y nada ocurrió. La nave extraterrestre nunca apareció. Sin
embargo, un hecho curioso sucedió cuando dieron las 12 en los relojes de
pulsera de las personas y la nave no apareció, y es que algunos seguidores, que
aún no eran vencidos por la decepción y el desánimo, se percataron que si
bien en sus relojes dieron las 12, en el reloj de pared que se encontraba
dentro de la casa de Dorothy Martin, estaba retrasado y marcaban las 11 y 55,
así que decidieron esperar más tiempo. Pero llegó la medianoche también en ese reloj y no ocurrió nada, ni la llegada de la nave, ni el fin del mundo prometido.
Fue entonces que muchos de los
seguidores de Dorothy Martin, sintieron la decepción lógica de una profecía incumplida, sin embargo, luego, la propia Dorothy recibió otro
misterioso mensaje, también por escritura automática, en la que le comunican que
como todos se habían reunido y habían
cumplido con todas las exigencias que se les había pedido, Dios decidió salvar
al planeta Tierra de este cataclismo. Y que debían de llevar ese mensaje a los
otros habitantes del planeta.
Fue entonces que lejos de lo
que se cree, muchos de los seguidores, pese a que no ocurrió nada ese 21 de
diciembre, siguieron creyendo en los poderes contactismo de Dorothy Martin, e
incluso, siguieron reclutando a más seguidores, quizá porque según la visión del grupo,
gracias a ellos, el mundo no fue destruido. Dorothy Martin falleció en 1992, y a
lo largo de su vida logró formar una gran lista de seguidores que creían
fervientemente en su palabra y en sus posteriores mensajes y anuncios.
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