HISTORIAS REALES DE LOS ZOMBIES DE HAITÍ
Wilfrid Doricent (en el círculo), acompañado de sus padres.
Por Percy Taira
En el post anterior titulado
EL ORIGEN DE LOS ZOMBIES ¿LEYENDA O REALIDAD?, nos encargamos de dar los
principales datos y detalles sobre estos seres, si es que eran solamente
parte de la ficción, o si tenían una base
real. Pues bien, en ese post señalamos que el origen de los zombies tiene una
base real, si bien no es como la que nos
pinta Hollywood (la de muertes vivientes buscando comer cerebros), si tiene una
visión mucho más terrible compleja, que en muchos casos, logra que los zombies
pasen de victimarios a víctimas.
También conocimos en ese post
a los Bokor (brujos de vudú); houngan
(sacerdote vudú) y mambos (sacerdotisas), que son los creadores de los zombies,
y dimos detalles del llamado “polvo zombie”, una potente droga anestésica (60
mil veces más potente que la cocaína y 500 más que el cianuro) que es capaz de
llevar al hombre al borde de la muerte, pero sin matarlo. Droga que daría
origen a los llamados zombies.
Si desean conocer más detalles
sobre lo dicho hasta acá, les recomiendo leer el post anterior en este enlace.
De lo que vamos a hablar
ahora, ya no es sobre el origen de los zombies en sí, sino en las historias,
reales y documentadas, que sobre estos seres existen.
El caso de Clervius Narcise
El primero de estos casos que
vamos a compartir ocurrió el 26 de enero de 1980. En esa fecha, un juez
resolvió sobre un asunto de identidad a un sujeto que fue encontrado el 18 de
enero de ese año caminando desorientado,
semidesnudo y en estado de shock, por las calles de una ciudad. El juez
identificó a esa persona como Clerivus Narcise, lo curioso del caso, es que
Clerivus Narcise, habría fallecido, según los registros, el 3 de mayo de 1962,
en el hospital haitiano Albert Schweitzer.
Debido a la confusión, Narcise
fue tratado por un psiquiatra, y pudo conversar con él, rescatando datos
fascinantes sobre su historia. Narcise contó que su alma había sido robada por
un bokor, y que fue enterrado vivo. También le contó cómo los médicos le dieron
por muerto y que él intentó gritar, darles aviso, pero que esto le era
imposible, pues su cuerpo no respondía. Luego contó que una vez enterrado fue
desenterrado por el bokor y sus ayudantes, quienes luego lo golpearon, lo
ataron y lo vendieron como esclavo en una plantación, lugar en donde había
otros zombies como él.
Cuando el capataz de la
plantación murió, los zombies comenzaron a vagar durante años por los caminos de
Haití, hasta que la fortuna lo llevó nuevamente a su aldea, donde fue
reconocido por su familia.
El caso de Francina Illéus
Otro caso similar ocurrió el
23 de febrero de 1976, cuando la joven de 16 años, Francina Illéus, falleció en
su casa debido a problemas digestivos.
Lo curioso del caso es que en
abril de 1979, una amiga se la encontró caminando, como perdida, sin rumbo. Al
dar cuenta de la noticia, las autoridades desenterraron el ataúd y no
encontraron ningún cadáver. Se dictaminó oficialmente y en la comunidad, que la
joven era una zombie, y fue recluida en un hospital psiquiátrico, y fue cuidada
por Joyce Auserman, una pastora evangélica, que hace un trabajo especial con
las personas que han sufrido de zombificación.
El caso de Rose Marie Thelusme
Otro caso es el de Rose Marie
Thelusme, caso que además, apareció en el documental alemán Zauberer und
Zombies ("Brujos y Zombis"), de Ulrich Stein; pues bien, este caso es
similar a los anteriores. Resulta que Rose Marie Thelusme, murió el 25 de
noviembre de 1984 en Cabo Hatitiano, al norte del país, después de que un
vecino le entregara un plato de comida. Al parecer, el plato habría estado
envenenado. Lo curioso es que seis semanas después Rose Marie fue descubierta
por su familia en las afueras de su aldea. Desde ese día ha sido incapaz de
volver a pronunciar palabras coherentes, y permanece internada en un Hospital
Psiquiátrico de Puerto Príncipe.
El caso de Wilfrid Doricent
Por último, concluimos con uno
de los casos más famosos pero a la vez más extraños relacionados con el
fenómeno zombie. Lo ponemos casi al final, porque fue un caso en el que se
pudo resolver el misterio. Se trata del
caso de Wilfrid Doricent.
El hecho comienza el 11 de
septiembre de 1990, cuando la pareja de esposos Eliot y Miguel Doricent, habían
encontrado a su hijo Wilfrid vagando por las calles de Roche-à-Beteau, como
sucedió en los casos anteriores, lo extraño era que Wilfrid había fallecido el
24 de febrero de 1988.
Pero eso no quedó allí, pues los padres de Wilfrid, denunciaron
que el tío de este, Belaroix, había sido el responsable no solo del asesinato
de su hijo, sino también, de convertirlo en zombie, debido a problemas de
herencia.
Wilfrid se encontraba en un
lamentable estado psicológico lo que le impedía hablar y explicar lo que le
había sucedido. Por otro lado, Belaroix, fue detenido y llevado a prisión,
donde se le sometió a un interrogatorio policial con lo que confesó su delito,
tanto del asesinato como de la zombificación de su sobrino. El tío de Wilfrid fue condenado por su delito
a cadena perpetua.
El hecho parecía que quedaba
allí, como un caso más de zombies en Haití, sin embargo, tiempo después, ya en
1997, una investigación científica a cargo del Dr. Roland Litelgood (psiquiátra
y antropólogo), junto con el Dr. Conrad Gorinski, etnobiólogo, y la experta en
vudú Chantal Reano, quiso ocuparse de varios casos de zombies en Haití. El caso
de Wilfrid era uno de ellos.
Los expertos creyeron que las
deficiencias mentales de Wilfrid podrían deberse al hecho de que fuera enterrado
vivo, hecho que pudo producirle una anoxia causada por la falta de oxígeno en
el ataúd. Por ello le hicieron pruebas cerebrales con un escáner pero no se
halló ningún tipo de anoxia en su
cerebro.
No obstante, los científicos
decidieron tomar muestras de sangre tanto de Wilfrid como de sus padres Miguel
y Eliot Doricent y luego de hacer los análisis de ADN los resultados fueron
curiosos: se demostró que Wilfrid no era hijo biológico de Miguel y Eliot. La conclusión fue que Wilfrid
no era más que un tipo con deficiencia mental abandonado a su suerte, y que se
parecía mucho al hijo perdido de los Doricent. Otros señalaron que esto fue
hecho a propósito por Miguel para acusar
a su hermano de asesinato y así quedarse con la herencia. Tiempo después se
supo, de que Belaroix durante el interrogatorio policial fue duramente
torturado, y de allí, que se hiciera responsable por algo que no hizo.
El supuesto zombi de Wilfrid continúa
viviendo con los Doricent, y continúa siendo tratado como un zombie.
Espero que les haya gustado
esta pequeña lista. Lo cierto es que en Haití, hay cientos de historias y
casos, muchos de ellos documentados, en las que se da cuenta de este tipo de
historias.
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