HISTORIAS DE GUERRA: EL DÍA QUE UN “MEDIOHOMBRE” VENCIÓ AL IMPERIO BRITÁNICO


Blas de Lezo 

Por Percy Taira

El español Blas de Lezo (1689-1741) fue un gran almirante de su tiempo y a pesar de sus grandes discapacidades físicas (el ser tuerto, no tener una pierna, y no contar con un brazo) logró lo que muchos almirantes y demás militares no pudieron hacer en vida: vencer a la gran armada británica del siglo XVII.

El temas de los males físicos lo conoció a muy temprana edad, ya a los 17 años, Blas de Lezo recibió su primera lesión de guerra, en una batalla, una bala de cañón le arrebató la pierna izquierda amputándola completamente por debajo de la rodilla. Tiempo después, una esquirla le voló un ojo, dejándolo tuerto y por último, en otra batalla, una bala de mosquete se llevó su mano y su antebrazo derecho. Estas constantes y serias lesiones llevaron a que el almirante tuviera diversos apodos a lo largo de su vida como el “Almirante Patapalo”, “Almirante una pierna” y “Mediohombre”.

Sin embargo, esto no melló en nada la inteligencia y bravura de este marino pues gracias a su accionar pudo vencer a la armada británica, una de las potencias marinas de la época.

Cuando el “Medihombre” hizo historia

En 1734, Blas de Lezo fue enviado a Cartagena de Indias (hoy Colombia) en ese entonces un puerto importante de la Corona Española, con el título de comandante general, sin embargo, no fue sino hasta el 13 de marzo de 1741, cuando pudo poner a prueba su inteligencia y valor militar.

Ese día, el almirante inglés, Edward Vernon,  encabezando una flota inglesa compuesta por más de 180 embarcaciones (entre naves de combate y transporte) y 31 mil 400 hombres, se acercó al puerto con intenciones invadir la ciudad y así acabar con el dominio del Imperio Español en estas tierras.

Era una lucha desigual, los españoles que defendían Cartagena contaban con apenas 6 navíos y 3 mil hombres, pero entre esos hombres se encontraba el comandante Blas de Lezo, quien no rehuyó a la batalla y gracias a su experiencia de más de 20 batallas, no sólo se enfrentó a la poderosa armada británica, sino que la derrotó por completo.

Tan humillante fue para los ingleses esta derrota que el almirante Edward Vernon, fue expulsado de la Marina en 1746, sin embargo, como es propio de algunos reinos e imperios, Gran Bretaña decidió ocultar la vergüenza y decidió enterrar a Edward Vernon dentro del panteón de los héroes en la Abadía de Westminter, no sólo eso, sino que tergiverso completamente la historia, asegurando que aquella batalla había sido ganada por los británicos.

En el epitafio de Vernon, se lee lo siguiente: “Sometió a Charges, y en Cartagena conquistó hasta donde la fuerza naval pudo llevar la victoria”. Es más, de forma anticipada, los ingleses realizaron medallas conmemorativas en las que se aseguraban un triunfo. En estas medallas puede leerse en la parte frontal, lo siguiente: “El orgullo español humillado por el almirante Vernon”. Y en el reverso: “Auténtico héroe británico, tomó Cartagena en abril de 1741”.

Evidentemente las medallas nunca se repartieron y el rey del Imperio Británico de ese entonces, Jorge II, prohibió que se hablara sobre esta lucha o que se escribiera ningún registro o crónica al respecto.

Pero no solo el Imperio Británico ha intentado olvidar o mentir sobre esta guerra, pues al parecer, la propia España, ha dejado en el olvido a este gran marino y a su gran proeza realizada en Cartagena de Indias.

Blas de Lezo murió el 7 de septiembre de 1741, en Cartagena de Indias luego de contraer la peste.

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